La Conselleria de Salud ha explicado en un comunicado que los nuevos residentes deberán presentar una prueba PCR negativa realizada como máximo 5 días antes del ingreso, tras el cual, permanecerán diez días en aislamiento en los centros. Por parte de los familiares, estos deberán firmar una declaración responsable de que el nuevo usuario no ha estado en contacto con ningún caso «sospechoso, probable o confirmado» de coronavirus en los diez días anteriores al ingreso.
Además, el plan también obliga a las residencias a organizar sus espacios en función de los grupos de riesgo que acojan. La clasificación de salas y plantas se realizará mediante tres colores: verde para personas sin covid-19, amarillo para residentes sospechosos de infección o de haber estado en contacto con un enfermo del virus así como para las cuarentenas, y rojo para pacientes confirmados de coronavirus.
También se adjudicarán colores a los centros: verde residencias libres de covid-19 y correctamente sectorializadas, naranja las que tengan pacientes con coronavirus debidamente controlados y rojo las que presenten brotes sin controlar todavía. Solo se permitirán ingresos en las dos primeras.
Para todos los residentes y trabajadores, el plan propone un «control clínico y epidemiológico diario para incidir en una detección precoz» de la enfermedad, como por ejemplo el controles de temperatura.
En cuanto a las visitas de familiares, están autorizadas en las residencias clasificadas verdes y naranjas, y solo se permiten en las rojas para «situaciones de final de vida». Todas las visitas deberán estar autorizadas por la dirección de los centros, que trasladarán a las familias las condiciones en que podrán verse con sus familiares. Cada centro establecerá franjas horarias de visitas y un aforo máximo.
Se recomienda una visita semanal por residente con un máximo de tres familiares. Siempre que sea posible, se habilitará un espacio para visitas exterior donde se puedan mantener las distancias de seguridad y se propondrán paseos por la calle para reducir las visitas en el interior de los centros. Estas salidas se harán con mascarilla y el usuario o su familia deberá firmar una declaración responsable. A la vuelta, el centro desinfectará el calzado o silla de ruedas del residente, cuya ropa deberá cambiarse y lavarse a 60 grados.
Si el residente se va con su familia más de tres semanas, a la vuelta deberá permanecer aislado en cuarentena.