La población gallega, y la de Vigo no sale de la norma a pesar de su tradición industrial, está cada vez más envejecida, con los habituales problemas y condicionantes sociosanitarios que se plantean a las familias, administración y a la sociedad en su conjunto.
En el Chuvi, el equipo de 12 trabajadores sociales ve cada año cómo se incremente el número de familias que tienen problemas para cuidar a sus mayores o pacientes con necesidades específicas derivadas del envejecimiento, eso ha supuesto que en el año 2005 atendieron a no menos de 94 consultas a la semana, de las cuales el 89 % están relacionadas con tramites de ayudas que va a través de la Ley de Dependencia.
En total fueron 1 276 pacientes en 4 904 consultas. Los datos más interesantes, pues son claros indicadores de las necesidades y dibujan un mapa de a dónde deben ir los recursos, son los de a dónde fueron derivados; así, cuatro de cada cinco fueron derivados por otro servicio del hospital, por número y en orden descendente, Medicina Interna, Geriatría, Paliativos, Neurología y Neumología.
Los principales diagnósticos sociales, el 89 % fueron los de facilitar información, problemas de autonomía personal, vulnerabilidad y soledad. Por otra parte, el 29 % de las consultas se relacionaron con la pobreza, la exclusión social y problemas de convivencia, el 42 % fue además de apoyo psicosocial y el 19 % supuso la localización de familiares.
En cuanto a los centros de salud de Vigo, esos cuentan con 16 trabajadores sociales de los centros de salud que atendieron el año pasado a unas 560 consultas semanales de las que el 60 % correspondieron a información acerca de ayudas en cuanto a la Ley de Dependencia, el 18 % se relacionaron con discapacidad y el 15 % correspondieron a información sobre dispositivos de salud mental.
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