El centro Caser Residencial Montesoria de Logroño es un buen ejemplo del empeño que se pone en celebrar y para hacer sentir el espíritu navideño y solidario a todos los residentes. En esta residencia de la tercera edad los trabajadores habituales a los que se suman voluntarios de organizaciones, programan actividades, menús especiales, se cantan villancicos y se reparten regalos, se incluye a las personas mayores en la decoración e incluso, cuando el grado de dependencia del residente dificulta su traslado, su familia acude a la residencia para comer o cenar con él.
En grandes centros, como Caser Residencial Montesoria, que tienen un gran número de residentes, en este caso más de cien, a veces la soledad aumenta precisamente por estar con tantas personas. Es el momento en el que se hace necesario que todos los residentes se sientan parte de una gran familia, y para lograrlo los amigos y familiares de los trabajadores se acercan a cantar villancicos y preparan entretenimientos. Es fundamental la colaboración de la Fundación Tutelar de La Rioja que acude con sus voluntarios a hacer compañía.
Se suele pensar que pasar los días de celebración en los geriátricos es triste, pero lo cierto es que muchas personas mayores no lo viven así, incluso puede resultar todo lo contrario y no puede olvidarse que muchos prefieren que no ir sus familias para no romper con sus rutinas y horarios o perderse actividades con sus compañeros; sobre todo, no quieren estar fuera en las cenas, pues se alteran los hábitos de sueño.
Además, que no se salga con la familia no quiere decir que no se organicen actividades fuera de la residencia, como visitas a belenes o asistencia a actos sociales de la comunidad.