El programa de las Jornadas permitió abordar un amplio abanico de temas
e intervenciones. Así por ejemplo, Dña. Mayte Sancho, directora
del Observatorio de Mayores del Imserso en su conferencia sobre los recursos
para la protección de las situaciones de Dependencia, analizó
cuál es la realidad social actual. Entre los datos que ofreció
destacamos, por ejemplo, el elevado incremento de las personas mayores de 80
años -un 8%- en los dos últimos año, los escasos ingresos
medios de estas personas, que, a Enero del 2004 no superaba los 400 euros. También
remarcó el elevado porcentaje de personas solas que existe en la actualidad
y que se contempla continúe en el futuro. Todo ello pone de manifiesto
la importancia de la red informal de atención al mayor y la persistencia
en el futuro, a pesar del incremento de apoyo público, de los modelos
de atención informal. Por otro lado, también resaltó la
trascendencia de algunos datos a la hora de plantear el futuro de la vida del
mayor en su hogar. Así por ejemplo el 71% de la población mayor
que vive en edificios carece de ascensor, y la mitad de los mismo debe subir
más de 3 pisos para acceder a su vivienda, además existen otras
carencias importantes: calefacción en las viviendas, estufas y aparatos
de aire acondicionado. En cualquier caso recordó que el 82% de las personas
de edad quieren permanecer en su casa, prefieren no vivir con sus hijos y no
les atrae la idea de volver a sus lugares de origen. Por lo que respecta al
ratio de cobertura de servicios en España disponemos de la cobertura
más baja de toda Europa y Estados Unidos, dándose la singularidad
de que es mayor la proporción de plazas residenciales por mayor de 65
años que la de servicios domiciliarios. Del análisis de la oferta
pública de recursos remarcó la enorme desigualdad existente entre
Comunidades Autónomas sin muestras de corregirse por el momento. A modo
de conclusión remarco la enorme distancia con respecto a otros países
de la Unión Europea lo que obliga a incrementar horas y tareas, la necesidad
de facilitar y agilizar el acceso a estos servicios, la formación del
personal acorde a las tareas a realizar, la importancia de la tutela de profesionales
de enfermería en el domicilio, el imprescindible desarrollo de los servicios
complementarios y por último la relevancia de incorporar el enfoque preventivo
y rehabilitador del servicio de atención a domicilio.
También resulto interesante conocer de primera mano cuatro modelos de
prestación de SAD de cuatro de los Ayuntamientos más importantes
de España: Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia. A modo de comparativa
señalar que todos ellos coexiste el perfil del usuario: persona mayor
de 80 años, que vive sola, sin estudios, con deterioro físico,
a veces cognitivo, con pérdida de autonomía y con escasos recursos
económicos. Sin embargo los modelos de gestión distan en su ejecución
y presentan peculiaridades propias de los mismos: Valencia por ejemplo cuenta
con una amplísima cartera de servicios, Barcelona ha establecido un indicador
propio, el CDR/SAD para evitar las desigualdades entre distritos y el Ayuntamiento
de Madrid propone toda un paquete de nuevas medidas para eliminar trabas económicas,
burocráticas y subjetivas, todo con un objetivo común asegurar
unos recursos para toda la población mayor madrileña.
El contenido de las Jornadas de completó con el planteamiento de otras
experiencias innovadoras, el análisis del futuro marco legal, una análisis
de los aspectos asociados al profesional que trabaja en el domicilio, la presentación
de iniciativas extranjeras como la sueca o la francesa y como no el papel de
las nuevas tecnologías en el presente y el futuro de los servicios a
domicilio.