La exitosa experiencia de la unidad de enlace consiste en un proceso de
reorganización asistencial que se basa en el desarrollo y potenciación de
mecanismos de comunicación, coordinación y colaboración entre el Hospital, las residencias para mayores y la atención primaria.
La mejora se nota sobre todo en la drástica disminución de estancias en el hospital de pacientes de las residencias, que pasaron de 2752 en el año 2014 a 929 en 2017, una reducción de un 65 %. Una cuestión muy destacable es la reducción en un 50 % de las derivaciones a urgencias sin ingreso. Además, se ha establecido una atención programada que beneficia a todos los pacientes de las residencias.
La nueva vía de acceso de los pacientes a los recursos hospitalarios a través una atención programada coordinada entre el Hospital y la residencia, en un entorno especializado en la atención a la cronicidad, resulta menos hostil que una urgencia y se asemeja a un hospital de día, con lo que se crea un entorno menos agresivo, más favorable para el paciente.