El objetivo de estas consultas intercentros es evitar desplazamientos innecesarios de las personas mayores que viven en geriátricos, con ello se consigue mejorar la calidad de vida del paciente y, por otro lado, optimizar recursos y ahorrar costes al no usar unidades medicalizadas para traslados. También se evitan ingresos hospitalarios o estancias en consulta.
Para que la telemedicina tenga éxito se precisa de un equipo multidisciplinar, formado por personal del centro hospitalario y de la residencia, que trabaje de manera coordinada. La forma de actuar es abordar mediante videoconferencia las necesidades concretas del residente de manera integral, siendo los profesionales de la residencia los que interactúen con los del hospital.
En la experiencia de Arganda, han participado las áreas de Hospital de Día, Enfermería, Fisioterapia y Continuidad Asistencial, así como los servicios de Farmacia, Dermatología, Oncología y Geriatría, entre otros. Los miembros del equipo consideran la experiencia como muy positiva.
Los pacientes son controlados mediante este sistema dos veces al mes de forma programada para que requirieran seguimiento por parte de todos los profesionales implicados. Si hay circunstancias que piden que se aumente el número de días, se hace.
Tras el éxito, el Servicio Madrileño de Salud va a iniciar el cronograma de implantación de este nuevo modelo de asistencia al resto de residencias para mayores de la zona de influencia del Hospital Universitario del Sureste. Además, se está estudiando las iniciativas que hay en marcha en este campo. Los hospitales Puerta de Hierro y Cruz Roja cuentan con distintos programas de telemedicina con residencias de mayores, por lo que se intentaría de unificar y extender este tipo de atención a distancia.