Andar es de las primeras actividades que aprendemos a realizar desde que somos pequeños y que resulta sumamente beneficiosa durante la tercera edad, de ahí que haya un gran número de personas mayores senderistas.
Realizar senderismo permite a quien lo practica mejorar su estado de salud, pues el ejercicio físico aumenta sus capacidades funcionales, así como su conocimiento y respeto por la naturaleza. También mejora sus aspectos sociales, ya que al ser una actividad que se realiza en grupo favorece las relaciones interpersonales y refuerza la autoestima.
Animamos a todas las personas mayores jubiladas que vivan en sus domicilios o en centros geriátricos a iniciarse en el apasionante mundo del senderismo, pues «se hace camino al andar».