La Unidad de Agudos de Geriatría, un referente nacional, según los planes
de la Consejería de Sanidad, se desmantelaría en tres meses y se trasladaría al
Instituto Provincial de Rehabilitación, situado a unos dos kilómetros, donde se
argumenta que habría de más camas. Pero los profesionales no consideran ese
emplazamiento adecuado, pues es un centro de convalecencia para media y larga
estancia, y no está preparado para tratar a ancianos que requieren muchos
cuidados y que, incluso, para las pruebas diagnósticas habrían de ser
trasladados en ambulancia, con el riesgo de complicaciones y el mayor costo
económico.
El resultado sería que las 16 camas oficiales para ancianos con un proceso
agudo (aunque normalmente hay ocupadas 24 plazas) se conviertan en 10
distribuidas por las plantas de Medicina Interna del hospital y que el resto se
trasladarían al Instituto Provincial de Rehabilitación (IPR) que, se supone que
tras unas obras de rehabilitación, aumentaría el número de camas. Es muy
importante señalar que en la Unidad de Agudos del Gregorio Marañón se atienden unos
1 000 ingresos al año.
Estos planes fueron muy criticados desde la Sociedad Española de
Geriatría y Gerontología (SEGG), la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología (SMGG)y la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG).
El conflicto parece que está en vías de solucionarse al haberse alcanzado un
principio de acuerdo para no disminuir el número de camas en esta Unidad, tras
un encuentro entre la Consejería y la SEGG.
La Consejería se ha comprometido a:
- No disminuir el número de camas de la Unidad de Agudos
del Hospital Gregorio Marañón, ni trasladar el Servicio de Geriatría a otro
centro.
- No desmantelar el equipo asistencial geriátrico delServicio de Geriatría.
- Incrementar el número de
camas destinadas a media y larga estancia que irán ubicadas en el IPR (Instituto Provincial
de Rehabilitación).
- Compromiso de dar a conocer y
analizar los planes de la Consejería en relación con la atención a pacientes geriátricos y convocarnos a una reunión
el próximo mes de septiembre para realizar las aportaciones y objeciones que procedan por parte de la Geriatría Madrileña.
Estaremos atentos al cumplimiento de lo acordado,
pues la calidad de la atención de los pacientes mayores con procesos agudos
debe ser un punto en el que no debería haber la menor controversia, sino un
esfuerzo conjunto y continuado.
Como existe una clara conexión entre la atención que reciben las personas mayores en hospitales y la necesidad de residencias de tercera edad en Madrid, y en cualquier lugar. Cómo se organice la atención geriátrica hospitalaria resulta del todo fundamental.