Con esta jornada se pretende romper el mito de la vejez dependiente y decrépita, visión que hasta el siglo pasado se ha mantenido en nuestra sociedad. El envejecimiento activo tiene como objetivo facilitar y permitir que por medio de hábitos de vida saludables que previenen enfermedades crónicas (dieta, ejercicio físico, pensamiento positivo, ocio), el individuo sea el gestor de su propio proceso de envejecimiento.
La clave desde la enfermería geriátrica y gerontológica está, por un lado, en capacitar a la persona mayor para que adquiera las habilidades y destrezas necesarias que permitan cambiar sus vidas, tomando el control de la misma y adaptándose al envejecimiento; manteniendo sus capacidades funcionales conservadas y facilitándoles la participación en la vida social, política y cultural, lo que ahora conocemos como empoderamiento. Por otro lado, se ha de educar a la sociedad y a los más jóvenes para que tomen conciencia de su propioenvejecimiento, porque llegar a ser longevo es un camino, un recorrido que se aprende con una actitud positiva desde la niñez, como ya Séneca dijese hace 2000 años. Todo un reto.