Para atender a un segmento de la población en aumento, el de las personas mayores, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles (HURJC), en la Comunidad de Madrid, ha puesto en marcha una Unidad de Fragilidad para que las personas mayores ingresadas, los «pacientes frágiles», tengan el menor deterioro funcional posible durante su ingreso en el hospital.
La nueva unidad está formada por un equipo de 23 médicos, procedentes del área de Medicina Interna y Geriatría, y unas 15 en enfermería. Unas 30 personas están ya recibiendo la atención de este servicio.
Según datos de la Comunidad de Madrid, las personas mayores hospitalizadas con una enfermedad, en las dos semanas posteriores al alta, corren un alto riesgo de caídas a causa de la inmovilidad, que ha supuesto una pérdida de masa muscular, además de menor capacidad funcional que se une la debilidad propia de la convalecencia. Estas caídas suelen ocasionar roturas o luxaciones que obligarán a una nueva hospitalización del anciano.
El proyecto es transversal, de manera que aunque ahora los pacientes de la Unidad de Fragilidad proceden de Medicina Interna y Geriatría, en un futuro se pretende que acudan de otras unidades de centro.
Este modelo se prevé que se implante en el resto de hospitales de la Comunidad.