5 errores más comunes al elegir residencia de mayores
En la elaboración del estudio han participado todos los médicos del centro,
adjuntos y residentes, y se tomaron
datos de casi 600 pacientes de cinco residencias geriátricas de la
región con perfiles diferenciados para abarcar todos los supuestos: públicas,
privadas, de ámbito rural, urbano y en diferentes lugares.
Los datos que se recopilaron sobre los usuarios abarcaron sexo, edad, edad de ingreso, años de estancia media, estado civil, hijos, motivo del ingreso, financiación, grado de dependencia tanto en el momento del ingreso como en el de la recogida de la información, patologías asociadas como demencia,alzhéimer, trastornos psiquiátricos, enfermedad cerebrovascular, otras patologías, incontinencia, uso de psicofármacos, etc.
Este perfil aporta como datos más llamativos que el 63 % de las personas que viven en residencias son mujeres, que su media de edad es de 82 años y que llevan al menos cuatro viviendo en ellos. Lo habitual es que las mujeres ingresen en los centros hasta tres años y medio más tarde que los hombres y presenten mayor nivel de dependencia. Esta circunstancia de retraso en el ingreso se atribuye a la prevalencia de los roles de género en la sociedad.
Por otra parte, el 51.2 % son personas viudas, el 14.6 % casadas, 25.8 % solteras y 8.3 % divorciadas. También que la edad media del total de los residentes es tres años más alta que hace diez años.
Este último dato se atribuye al aumento de la esperanza de vida y su mejor calidad en líneas generales para las personas mayores. A estos dos datos se suman como motivo de ingreso mayoritario la problemática social con un 48.7 % del total, mientras que el 24.6 % se debe a dependencia física y el 26.5 % a enfermedad neuropsiquiátrica.
Estos interesantes datos muestran una útil fotografía de las circunstancias y perfiles de las personas mayores que viven en residencias, lo que sin duda permitirá una mejor atención y una optimización de recursos.