Algunas de sus conclusiones más relevantes son que más del 70% de las personas que viven en residencias geriátricas presentan una dependencia entre severa y moderada que hace que precisen ayuda para tareas como asearse, vestirse o comer. En cuanto a edades, el 61 % tiene más de 80 años y el 30 % supera los 90. También se señala que más de la mitad reciben al menos una vez a la semana visita de sus familiares.
Otros datos relevantes son que un 57 % de los residentes presentan un cuadro de depresión o que la imposibilidad de seguir atendiendo al familiar en el domicilio es la causa de más de la mitad de los ingresos; la segunda es la falta de medios económicos de las familias para adaptar los hogares a una persona con gran dependencia.
Este estudio es muy interesante pues sus datos pueden dar un perfil de usuarios que no difiere en mucho de usuarios del resto del estado y ayudan a dibujar un perfil que es se suma importancia a la hora de planificar futuros servicios.