El envejecimiento se puede retrasar
Parece que cuando los humanos nos enfrentamos al hecho de hacernos viejos podemos tomar diferentes posiciones: aceptamos el hecho y nos adaptamos o bien intentamos enfrentarnos al envejecimiento mismo. Hasta ahora parecía que intentar retrasar la llegada de la tercera edad era algo que tenía que ver con una actitud de vida, por eso en la fotografía aparece Iris Apfel, una mujer mayor que sigue siendo un referente de la moda al haber creado un estilo propio en el que su edad no es lo relevante. Ahora empieza a parecer que hay también posibilidades biológicas de hacerlo.
Reprogramar las célula para que el cuerpo no envejezca
En algunos laboratorios de biología molecular se puede hacer viajar a las células humanas desde la madurez hasta el estado que tenían cuando formaban parte de un embrión. Así, en el año 2006, Hay sitios donde el paso del tiempo es totalmente reversible. Por este trabajo el japonés Shinya Yamanaka logró por primera vez esa reprogramación celular, por la que ganó un Nobel en 2012. Sin embargo, desde entonces se ha comprobado que aplicar esa investigación para retrasar el envejecimiento y las dolencias que lleva consigo no es tarea fácil, pues la vida se rebela contra los intentos de viajar a contracorriente.
Ese era el caso de las células de personas mayores, que no pueden ser reprogramadas hasta su estado embrionario... hasta ahora, porque un equipo de investigadores en España y EE. UU. ha conseguido salvar ese escollo y, de paso, ha descubierto una forma de revertir el envejecimiento acelerado. Estos investigadores se han centrado en los enfermos de progeria, enfermedad muy rara en la que las personas que la sufren envejecen a un ritmo ocho veces superior a quienes no. Esta terrible enfermedad coincide en muchos de los mecanismos que intervienen en la senectud acelerada con los de las personas sanas, por lo que es, paradójicamente, un excelente campo de estudio para conseguir tratamientos que alivien o detengan los efectos del envejecimiento en general.
Las aportaciones de la Universidad de Oviedo contra el envejecimiento
En un estudio publicado en Nature Cell Biology, el equipo, liderado por Carlos López-Otín, investigador de la Universidad de Oviedo, se describe la acción de una molécula que frena el envejecimiento cuando se le suministra a ratones con un síndrome similar, duplicando su esperanza de vida. López-Otín explica que, teóricamente, el mismo enfoque podría servir para revertir el envejecimiento en personas mayores: «De hecho, los principales hallazgos de este trabajo han sido validados y extendidos en células de individuos sanos de edad avanzada». La clave del estudio está en la inflamación: cuando se intentaba reprogramar células de personas con progeria o ya mayores, se exacerban los procesos inflamatorios dentro de la célula hasta acabar aniquilándola. «El tratamiento con fármacos antinflamatorios aumentó la eficiencia de la reprogramación celular hasta niveles comparables a las células de individuos jóvenes», resalta José María Pérez Freije, codirector del trabajo.
En todo ese proceso parece haber una proteína clave llamada DOT1L. El equipo ha desarrollado inhibidores de la acción de esa proteína que permiten reprogramar las células y alargar la esperanza de vida de los ratones enfermos en un 65 %. «Nuestra prioridad experimental en este campo es muy clara, no aspira a extender la longevidad humana de manera banal, sino a intentar encontrar respuestas a las enfermedades asociadas al paso del tiempo», resalta López-Otín. El trabajo también puede ser propiciador de nuevos tratamientos de devastadoras y raras formas de progeria, como el síndrome de Néstor-Guillermo, descrito por el equipo de López-Otín en 2011 basándose en sus dos únicos pacientes conocidos.
Precisamente, «los inhibidores de DOT1L han sido aprobados para su ensayo clínico en pacientes con leucemia, lo cual podría facilitar su potencial aplicación en pacientes con síndromes de envejecimiento acelerado», resalta López Otín. En el estudio también ha participado el equipo de George Daley, de la Universidad de Harvard, uno de los mayores expertos mundiales en reprogramación celular. Manuel Collado, director del Laboratorio de Células Madre en Cáncer y Envejecimiento del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, destaca la importancia de este trabajo: «Es un ejemplo precioso de cómo utilizar el proceso de reprogramación celular para, observando barreras al mismo, deducir los mecanismos que restringen la plasticidad e intentar derivar ese conocimiento tan aparentemente básico a una estrategia terapéutica con gran potencial».
Continuaremos necesitando residencias de tercera edad
Estos avances en medicina no deben llevarnos a pensar que en un breve plazo las residencias de mayores estarán vacías o no que no necesitaremos de profesionales y apoyos porque nunca llegaremos a la tercera edad, sí deben abrir servir como esperanza en que estos tratamientos pueden retrasar o parar el avance de enfermedades degenerativas que merman la calidad de vida cuando vamos cumpliendo años.