Las caídas en personas mayores tienen tanta importancia que, en muchas ocasiones se convierten en un punto de inflexión vital. Lo que para alguien de treinta años es un resbalón y un golpe que genera dolor durante unos días y se recupera solo, en una persona mayor puede convertirse en el principio de la decadencia de la salud.
Por eso es tan importante evitar las caídas como estar preparado por si suceden.
La revista digital colombiana Minuto 30 acaba e publicar un interesante artículo en el que trata la cuestión bajo el título 5 claves para protegerse de las caídas en la tercera edad
Esto es sólo un extracto:
El equilibrio es una condición que se pierde progresivamente con la edad, al igual que la visión y la audición. Es decir, nuestro esquema de ubicación y nuestros sentidos ya no responden adecuadamente. El vértigo, el mareo, la debilidad y el deterioro cognitivo también son factores de riesgo. A lo anterior se suma la disminución de la fuerza de agarre y de la resistencia de los miembros inferiores.
Estos factores son conocidos por los especialistas como intrínsecos y se diferencia de aquellos ambientales que también son factores de riesgo, como superficies resbaladizas, mobiliario mal ubicado, alfombra arrugada, iluminación deficiente, escaleras inseguras o zapatos inadecuados. Es frecuente que una caída sea resultado de la interacción de factores intrínsecos y extrínsecos o ambientales.
Cuando sufre de enfermedades crónicas es posible que el anciano esté sometido a la toma de muchos fármacos que pueden alterar el estado normal y provocar mareos, sueño, problemas de marcha y equilibrio. Por eso, este atento si usted sufre de osteoporosis, Parkinson, discapacidad visual entre otras enfermedades. En las mujeres, después de la menopausia, la osteoporosis aumenta con gran facilidad, así que no descarte hacerse una densitometría ósea y someterse a tratamiento si es necesario.