En el estudio, publicado en la revistaBiological Psychiatry, se analizaron muestras de 839 hombres y mujeres con un rango de edad de 70 a 92 años y una edad promedio de 73,8 años que no padecían demencia o depresión. A las personas les practicaron exámenes neuropsiquiátricos y neuropsicológicos además de hacerles un estudio de genotipo o genotipificación del alelo APOE ?4.
El estudio tuvo un seguimiento entre 2005 y 2009. En esos cinco años se examinó la asociación entre el alelo APOE ?4 y la incidencia a los cinco años de depresión, excluyendo a los participantes que tenían demencia al inicio del estudio y a los que posteriormente desarrollaron demencia durante el período de seguimiento de nueve años.
Los estudios asocian el alelo epsilon 4 del gen de la apolipoproteína (APOE) a la arterosclerosis y la enfermedad cardiovascular y cerebrovascular, aunque no está claro si también hay una asociación con la depresión geriátrica.
Los datos sí que muestran que las personas portadoras del alelo APOE ?4, uno de los predictores más potentes en neuropsiquiatría, tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer a edades más tempranas y con una progresión más rápida.
Se recogieron muestras de sangre y la genotipificación del alelo APOE (gen mapa locus 19q13.2) se realizó por minisecuenciación y fue un éxito para el 100 % de los participantes que dieron su consentimiento. Los genotipos fueron obtenidos para los dos polimorfismos de nucleótido único (rs7412 y rs429358) que se utilizan para definir sin ambigüedades los alelos ?2, ?3, y e4. Lademencia fue diagnosticada por psiquiatras geriátricos con base en síntomas nominales durante los exámenes neuropsiquiátricos e información de las entrevistas a informantes cercanos.
El descubrimiento es muy relevante, pues podría utilizarse el gen APOE ?4 en el futuro como un marcador que identificara a personas mayores en situación de riesgo de desarrollar depresión o demencia, lo que podría ser importante en prevención y detección temprana, sobre todo cuando viven en residencias de mayores, donde la pérdida del entorno habitual puede acentuar los síntomas de estas dolencias.