Causas del sedentarismo y consejos para evitarlo en personas mayores

10/09/2021

Mientras que para muchas personas mayores la tercera edad es una época estupenda para hacer planes y mantenerse en activo, para otras es la excusa perfecta para quedarse en casa. Aunque no sea una norma general, con el paso del tiempo y con los años, las personas tendemos a acomodarnos en un espacio y nos volvemos más perezosos. En las personas mayores, los estímulos que se practicaban en la juventud no son compatibles con los que se necesitan con cierta edad. El organismo necesita otros estímulos y otro tipo de ejercicio.

El sedentarismo puede estar causado por la falta de iniciativa o de motivación, enfermedades crónicas, por lesiones o el miedo a empeorar estas dolencias, por el cambio negativo en la percepción de las capacidades físicas y las habilidades o también por la pérdida de la seguridad y confianza.

Por excelencia, se ha demostrado que con actividad física y vivir en sociedad ayuda a envejecer mejor y a prevenir riegos de enfermedades. Ejemplo de ello son los problemas de depresión y ansiedad que suelen aparecer al permanecer en casa durante largas temporadas. El sedentarismo, a su vez, puede provocar diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad, tensión arterial, osteoporosis, artritis, artrosis, etc.

Y llegados a este punto, ¿cómo evitamos el sedentarismo? 

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre actividad física para la salud, las personas mayores de 65 años deberían realizar actividades físicas variadas tres o más días a la semana. En estos casos, el ejercicio intenso que de media está en los 75 minutos semanales para considerarse que se lleva una «vida activa», se puede sustituir por 150 minutos de actividad moderada. Dentro de las capacidades y limitaciones de cada persona, lo ideal es que nunca falten estas tres actividades:

  • Ejercicios aeróbicos: un paseo diario de 30 minutos como mínimo. Si las circunstancias lo permiten, se puede complementar con actividades aeróbicas adaptadas a las personas mayores que resultan muy beneficiosas como las clases de baile o sesiones de aquagym.
  • Ejercicios anaeróbicos: trabajo de fuerza y elasticidad mediante ejercicios localizados que ejercitan determinados grupos musculares. Se pueden practicar en casa, pero lo ideal es aprovechar el buen tiempo para ponerse en forma al aire libre. Una sesión de unos 15 minutos puede ser más que suficiente para garantizar la eficiencia de este trabajo. Lo importante es la constancia en la práctica.
  • Ejercicios de relajación: disciplinas como el yoga o el tai chi se han puesto muy de moda también en la tercera edad. A quienes no le suene, estos ejercicios combinan la respiración con el equilibrio y promueven la mejora postural al tiempo que liberan la mente de preocupaciones.

El sedentarismo es un enemigo silencioso al que no se le suele prestar atención, pero, en ocasiones, es más peligroso de lo que se cree. Por ello, es importante seguir un estilo de vida saludable y practicar mucho ejercicio físico.

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