Cómo ayudar a las personas mayores con demencia senil

14/07/2022

Cuidar de los mayores se complica muchas veces cuando empiezan a padecer los achaques de la edad: artrosis, cansancio o pérdida de memoria y demencia senil. Según los datos de la Sociedad Española de Neurología, en 2020 alrededor de 800 000 personas padecían alzhéimer y otras demencias. Y es que la demencia senil es una enfermedad que requiere atención las 24 horas del día, ya sea de familiares en el hogar o de los trabajadores de las residencias. En este artículo daremos cuatro consejos para ayudar a aquellos que padecen esta patología. 

En primer lugar, es fundamental que haya tranquilidad en el ambiente. Muchos de los mayores con demencia senil pueden sentir frustración al verse incapaces de expresar lo que quieren decir, y tener un interlocutor comprensivo es muy importante. Claro que muchas veces va más allá de un lapsus linguae y son los mismos pacientes los que tienen problemas para serenarse, por lo que se aconsejan también ejercicios como el yoga o el aerobic. Esto se debe a que requieren un poco de concentración y esfuerzo sin llegar a resultar demasiado fatigosos. 

Asimismo, es vital facilitar tareas que pueden parecer simples para nosotros, pero que no lo son para ellos, en particular vestirse y asearse. Hay muchas formas de hacer esto, como preparar la ropa que se vayan a poner cada día de la semana o colocar los productos de aseo en el orden en el que se vayan a usar, entre otros. Es tan sencillo como crear una rutina para que no se sientan tan perdidos.

Igualmente, una de las claves más importantes para combatir la demencia senil es conservar una vida social activa. Por eso, hablar con ellos es muy importante. También son muy útiles los paseos, así pueden salir a la calle y buscar una ruta que incorporar luego en la rutina. Por ejemplo, al ir al quiosco más cercano todos los días para comprar el periódico se matan dos pájaros de un tiro. De esta forma, tienen la oportunidad de leer un poco y ponerse al día al mismo tiempo que caminan y hacen un poco de ejercicio.

Además de eso, proponemos actividades para prevenir la pérdida de la memoria. Hay miles de juegos disponibles, como las palabras encadenadas o los puzles. O, si se prefiere algo más tradicional, están los sudokus y los crucigramas de toda la vida. También hemos mencionado en el párrafo anterior leer el periódico y, en efecto, la lectura es uno de los varios hábitos que no debe desaparecer con la edad. En resumen, se recomiendan ejercicios estimulantes para el desarrollo cognitivo.

Para finalizar, si lo que busca es ayuda externa o más información sobre patologías cognitivas, puede consultar con una de las muchas asociaciones de amigos, familiares o personas con demencia senil. La Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) cuenta con 12 federaciones autonómicas y hay al menos una asociación en cada provincia que puede acompañar desde más cerca.

 

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