Actualmente está reconocido el uso de la marihuana en tratamientos paliativos de ciertas enfermedades como el cáncer. Sus efectos como coadyuvante en los tratamientos de quimioterapia están probados, por lo que es razonable pensar que esta planta puede ser también beneficiosa para otras enfermedades.
La Academia Americana de Neurología ha divulgado datos un interesante estudio que se va a publicar que trata sobre la marihuana y la tercera edad. El estudio consistió en analizar los resultados del consumo terapéutico de cannabis en 204 personas de edad avanzada que se inscribieron en el Programa de Marihuana Medicinal del estado de Nueva York.
A los voluntarios se les administró trahidrocannabinol (THC) o cannabidiol (CDB), las principales sustancias químicas activas en la marihuana, por vía oral o vaporizador eléctrico, durante los primeros cuatro meses. Se les realizaron chequeos regulares.
Los datos fueron relevantes: el 69 % de las personas que experimentaron cambios a mejor, de ellos, el 49 % presentó alivio a los trastornos del sueño, el 18 % alivio a la neuropatía y el 15 % mejoró su nivel de ansiedad. Por otra parte, el 21 % de los participantes presentaron efectos secundarios como somnolencia, trastornos gastrointestinales y problemas de equilibrio.
El estudio señala que párkinson, neuropatía, daño de la médula espinal y esclerosis múltiple son algunas de las dolencias que se pueden tratar con el cannabis y que es un un tratamiento efectivo y seguro.
En general, el estudio señala que la marihuana medicinal es bien tolerada por personas mayores de 75 años y puede mejorar síntomas como el dolor crónico y la ansiedad. Achaca los efectos secundarios y la no eficacia en algunas personas a dificultades en algunos para encontrar la dosis adecuada.
En algunos estados de EE. UU. el uso con fines terapéuticos del cannabis es legal y se usa de manera habitual en personas con enfermedades crónicas o en tratamientos agresivos concretos. Según los autores del estudio, los resultados pueden incentivar la investigación acerca del uso de la marihuana en personas mayores con enfermedades crónicas.
Se trata de estudios controlados por científicos. No debe pensarse que se trata de repartir porros por residencias o centros de mayores, sino de administrar de forma controlada los compuestos que tiene el cannabis y que se han demostrado eficaces en ciertos tratamientos.