Diez señales de alerta que hay que tener en cuenta ante el Alzheimer

16/09/2015

Diez señales de alerta.
 
No siempre, cuando nosotros o un familiar mayor tenemos un despiste o una distracción estamos ante una enfermedad degenerativa de la mente. No hay que ser alarmistas, pero sí que estar atentos, pues una rápida intervención ayuda en las fases previas de cualquier enfermedad.Para estar prevenidos, que no alarmados, la Alzheimer’s Association ha elaborado una Señales de alerta del Alzheimerlista que recoge diez señales que pueden indicar que estamos ante un caso de alzhéimer u otro tipo de demencia. Hay que tener en cuenta que cada persona es un caso único y que se pueden experimentar uno o varios de estos síntomas y en niveles diversos de intensidad.  La lista es interesante pues indica lo que debe llevarnos al médico y aquellas cosas a las que no debemos dar importancia.
 
1.   Olvidos de la información que se acaba de recibir. Olvidos de fechas o acontecimientos importantes. Pedir la información de forma reiterada y depender de notas o familiares para que les recuerden las cosas. Ojo, olvidarse de vez en cuando de nombres o citas, pero acordándose después es cosa de la edad, no de una enfermedad.
2.   Tener problemas para seguir una receta o llevar la contabilidad casera. Tener problemas para concentrarse y que tardar más en hacer las cosas. No lo es equivocarse de vez en cuando al sumar y restar.
3.   Tener dificultades para completar tareas cotidianas, llegar a un destino habitual u olvidar las reglas de un juego que se conocía bien. No lo es necesitar ayuda para programar la televisión o saber cómo funciona un electrodoméstico.
4.   Olvidar las fechas, las estaciones, el paso del tiempo... olvidar por qué se ha ido a un sitio y cómo llegaron a él. No lo es pensar que es domingo, cuando es lunes y darse cuenta luego ¡a todos nos pasa!
5.   Tener problemas de visión que dificultan leer, distinguir colores. No lo es un problema muy común en la tercera edad, las cataratas.
6.   Es difícil seguir una conversación y participar en ella. Las personas con alzhéimer incipiente se pueden quedar en blanco, repitan mucho una idea, se olviden en nombre de algo o alguien o que no encuentren la palabra adecuada. No lo es no encontrar de vez en cuando la palabra exacta que se busca.
7.   No colocar las cosas en su lugar y olvidarse de donde las ponen, Acusar a los demás de robárselas. No lo es dejar de vez en cuando las gafas descolocadas.
8.   Tomar decisiones inadecuada y no acordes con la personalidad. La falta de aseo. No lo es tomar una mala decisión de vez en cuando, lo hacemos todos.
9.   Se evita participar en eventos sociales o actividades que antes gustaban. No lo es cansarse de vez en cuando de las obligaciones cotidianas.
10. Tener cambio de humor frecuentes y extremos. Enfadarse fácilmente con la familia y los amigos. No lo es tener menos paciencia, amar más las rutinas y querer hacer las cosas a nuestro modo. 

Estas sencillas observaciones permitirán que las pe
rsonas mayores de nuestro
entorno, o nosotros mismos, podamos evaluarnos y, s
i lo consideramos
adecuado visitar a un médico.
En las residencias de la tercera edad los profesion
ales están familiarizados con
estos síntomas, en casa se debe, quizá, estar algo
más atentos. Si vivimos en
un centro geriátrico, además a los primeros síntoma
s ya se empezarán a
realizar sencillas pruebas de detección precoz. Y e
n estas enfermedades,
como en todas, cuanto antes se diagnostiquen más op
ciones hay de poner
medidas paliativas.
Estas sencillas observaciones permitirán que las pe
rsonas mayores de nuestro
entorno, o nosotros mismos, podamos evaluarnos y, s
i lo consideramos
adecuado visitar a un médico.
En las residencias de la tercera edad los profesion
ales están familiarizados con
estos síntomas, en casa se debe, quizá, estar algo
más atentos. Si vivimos en
un centro geriátrico, además a los primeros síntoma
s ya se empezarán a
realizar sencillas pruebas de detección precoz. Y e
n estas enfermedades,
como en todas, cuanto antes se diagnostiquen más op
ciones hay de poner
medidas paliativas.
Estas sencillas observaciones permitirán que las personas mayores de nuestro entorno, o nosotros mismos, podamos evaluarnos y, si lo consideramos adecuado visitar a un médico.  En las residencias de la tercera edad los profesionales están familiarizados con estos síntomas, en casa se debe, quizá, estar algo más atentos. Si vivimos en un centro geriátrico, además a los primeros síntomas ya se empezarán a realizar sencillas pruebas de detección precoz. Y en estas enfermedades, como en todas, cuanto antes se diagnostiquen más opciones hay de poner medidas paliativas. 

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