Un sueño de mala calidad: insomnio o sueño fragmentado puede asociarse con
una aterosclerosis cerebral y a una mayor falta de oxígeno en los tejidos
cerebrales, hecho que aumenta el riesgo de sufrir un ictus.
Es norma general que las personas mayores necesiten menos horas de sueño
que las jóvenes para conseguir descansar. Los problemas surgen cuando la causa
de dormir menos es un trastorno que lleve a sufrir insomnio o a dormir de forma
intermitente, el sueño fragmentado, lo que lleva a un sueño de poca calidad, es
decir, poco reparador que hace que durante las horas de vigilia la persona
mayor se sienta más cansada y menos concentrada.
Investigadores de la Universidad de Toronto han publicado
en la revista Stroke un estudio que
relaciona la aterosclerosis cerebral y los infartos en los tejidos cerebrales
por falta de oxígeno. Estos son importantes no solo porque incrementen el
riesgo de sufrir un ictus, sino también porque se asocian con un mayor deterioro cognitivo y motor.
El estudio relaciona el sueño fragmentado, interrupciones frecuentes del
sueño en un promedio de hasta siete despertares por hora, con el daño en los vasos sanguíneos y los infartos
cerebrales. Para hacerlo se analizaron las autopsias de 315 personas de una
media de edad de 90 años, de las cuales el 70% eran mujeres. Todas estas
personas habían sido monitorizadas en su momento para medir su calidad de sueño
y su ritmo cardiaco.
Los daños cerebrales que presentaban llevaron a la conclusión de que el
riesgo de desarrollar ateroesclerosis severa aumentaba en una 27 % en
quienes presentaban el sueño fragmentado, aumentando el riesgo si se
despertaban más veces.
Aunque no está claro si el daño en los vasos cerebrales es la causa o la
consecuencia de una mala calidad del sueño, el estudio concluye que monitorizar
el sueño puede ser una herramienta que permita identificar a aquellas personas
que tienen un riesgo mayor de sufrir un ictus.
Para las personas que viven en residencias
geriátricas y presentan deterioro cognitivo, monitorizar su sueño para prevenir
daños mayores puede es una ayuda, pues muchas veces presentan problemas de
comunicación que impiden saber si su descanso es reparador o no.