En Europa, el envejecimiento de la población y el aumento de la discapacidad asociada es una realidad y un motivo de preocupación para la Comisión Europea.
El mayor riesgo de discapacidad es la fragilidad, que se entiende como la vulnerabilidad ante enfermedades que conducen a la dependencia, y para abordarlo surge ADVANTAGE. Este proyecto está cofinanciado por el Tercer Programa de Salud 2014-2020 de la Unión Europea y cuenta con la participación de 22 Estados, 64 participantes, y más de 40 organizaciones y dispone de un presupuesto de 3,5 millones de euros.
En España, el Servicio Madrileño de Salud de Getafe, con el apoyo del Ministerio de Salud, Servicios Sociales e Igualdad, es la institución que coordina la iniciativa. También colabora el instituto de investigación sanitaria del Hospital Clínico de Valencia
La primera reunión de ADVANTAGE se celebró el pasado mes de enero en Madrid. La jornada fue inaugurada por Martin Seychell, subdirector general de DG Health and Food Safety (DG SANTÉ) y Elena Andradas, directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio. Así mismo contó con la presencia de representantes de CHAFEA (Agencia Europea de Consumo, Salud, Agricultura y Alimentación), además de otras iniciativas europeas relacionadas.
ADVANTAGE desarrollará el concepto del «Abordaje de la Prevención de la Fragilidad» en los servicios de salud y asistencia social. Se trata de consensuar estrategias comunes en la gestión de la fragilidad en las personas mayores de la Unión Europea, tanto a nivel individual como de población en general. También se recogerá información sobre el desarrollo de programas para el manejo de la fragilidad y propondrá un modelo europeo común para abordar estrategias mejoradas para el diagnóstico, le cuidado, la educación de la fragilidad, la discapacidad y la multimorbilidad.
Se quiere contribuir a la reducción de la discapacidad, la dependencia y la carga que suponen las enfermedades crónicas con una respuestas más eficaz, que se logra mejorando la planificación de la atención y coordinación, innovando de organización y mejorando la colaboración entre la atención profesional e informal, incluyendo el apoyo para la autogestión.
La fragilidad es en algunos casos reversible o puede aminorar en un número significativo de otros, con esta perspectiva de organización y planificación, se mejora la calidad de vida y se optimiza el uso de los recursos sanitarios, además de alargar los años de vida.
En este apoyo tienen una especial importancia las residencias de mayores, los centros de día y otros servicios de atención sociosanitaria.