En Holanda una de cada cinco personas tiene más de 65 años. Muchas de ellas ya vivan en sus casas o en residencias para la tercera edad u otras soluciones habitacionales, y la soledad es un problema para ellas. En la actualidad, más de la mitad de los holandeses mayores de 75 años, unas 700.000, se sienten solos y el Gobierno estima que para 2030, serán 1,1 millón los holandeses mayores estarán en esta circunstancia.
Como Reino Unido, que ha creado el Ministerio de la Soledad, en Holanda se han propuesto plantar cara a este problema. Se abordará desde del Fondo Nacional de Holanda para Personas de Edad Avanzada, organismo que depende del Ministerio de Sanidad, y se ha diseñado un plan llamado «Uno contra la soledad» dotado de 26 millones de euros.

Las primeras acciones del plan estarán dirigidas a detectar las personas que se sienten solas y a combatir el estigma que supone para ellas, pues en muchas ocasiones se piensa que la culpa de la soledad la tiene la persona que la padece. Se pretende que la sociedad esté alerta y se rompan prejuicios.
La acción más tangible es que se realizará una visita anual al domicilio de todos los mayores de 75 años, en la que los funcionarios especializados designados comprobarán su estado emocional y podrán detectar si se sienten solos. Si se sienten así y hay indicios de abandono, se podrán adoptar medidas para paliar o evitar estas situaciones.
Para que la sociedad se involucre, se llevará a cabo un programa especial de entrenamiento de voluntarios y profesionales para que puedan detectar signos de aislamiento en ancianos, en lugares públicos como la calle, los supermercados, los centros de salud o en el entorno vecinal. También los ayuntamientos establecerán una línea directa las 24 horas a donde las personas mayores solas puedan llamar, registrarse o denunciar su situación.
Una acción muy interesante es la de realizar un mapa que refleje las zonas en las que hay más personas mayores solas,
eso permitirá calibrar el riesgo de soledad y tomar medidas proactivas como crear centros de ocio o programar actividades específicas. En este sentido de repensar la ciudad para los mayores también está el rediseño urbano aumentar los espacios comunitarios en los barrios que propicien las relaciones sociales de las personas mayores con sus convecinos.
Las nuevas tecnología también serán un apoyo, y se ofrecerá a los mayores formación para que aprendan a usarla tanto para comunicarse como para el ocio.