El futuro de la atención a las personas mayores se decide hoy; y su calidad de vida depende de las decisiones que tomemos o no en este momento. Esta es una de las reflexiones que invita a hacer un estudio realizado por la Fundación AstraZeneca en colaboración con la Universidad Europea en relación a las previsiones en materia de atención sociosanitaria (residencias para mayores, centros de día, ayuda a domicilio, teleasistencia y otros servicios); que nos da una idea de la importancia de la anticipación a la hora de minimizar ciertos riesgos.
Según los datos aportados por el estudio, las principales dificultades a las que se enfrenta esta parte de la población mayor, tienen que ver fundamentalmente con su vida cotidiana, durante la cual su falta de autonomía se hace más patente; lo que nos invita a reflexionar sobre el papel de los servicios sociales de atención a la dependencia y la asistencia médica, que deben coordinarse para dar la mejor respuesta posible a las necesidades de las personas dependientes (en especial los ancianos con deterioro físico y cognitivo) y sus familiares. En este sentido, la posibilidad de dificultades económicas que mermen la capacidad de estas prestaciones es uno de los temas que más preocupan a nivel ciudadano; algo que no se refleja en la toma de medidas para afrontar una posible situación de dependencia en el futuro.