Esta teoría es provocadora, pues puede hacer llegar a pensar que ampliar
los servicios sociales hasta el grado de bienestar de los países del norte de
Europa es tan deseable como pensamos. Sin embargo, esto no se corresponde del
todo con la realidad. Todos los países occidentales tienen, en mayor o menor
medida, problemas de soledad de las personas mayores sobre todo.
Seguramente, la soledad viene más por las nuevas dinámicas sociales el cambio de paradigmas en las familias. La movilidad de los jóvenes que les lleva a buscar trabajo lejos de sus lugares de origen, las obligaciones laborales de hombres y mujeres cada vez más igualadas, la emancipación de la mujer, el descenso de la natalidad, etc. Son probablemente los orígenes de que sea más difícil en una sociedad mayoritariamente urbana y tegnologizada establecer relaciones que en las sociedades rurales de hasta la primera mitad del siglo XX.
De hecho países con distintos niveles de desarrollo en los servicios sociales tienen el mimos problema. En el Reino Unido se ha creado un Ministerio de la Soledad para atender las necesidades de 9 millones de británicos que padecen este problema y en Estados Unidos, donde los servicios sociales en mayor medida están cubiertos de manera privada y no por el estado, los expertos advierten de los crecientes costes de la soledad sobre la salud nacional: de la diabetes, suicidio, abuso de antidepresivos, deterioro cognitivo acelerado, etc.
Como la mayoría de los problemas complejos, la soledad es la sociedad es la suma de las causas de las soledades individuales. Este un interesante documental que invita a reflexionar sobre ellas.