Para ver en perspectiva lo rápido que la sociedad nipona envejece, basta con constatar que solo en un año, las personas de la tercera edad aumentaron en 730 000 en el país, un 0,6 por ciento) respecto a 2015 en el país asiático, según los datos anuales proporcionados por el Ministerio del Interior y Comunicaciones y correspondientes al 15 de septiembre.
El Instituto Nacional de Población y Seguridad Social de Japón calcula en el año 2040 que alrededor de un 36 por ciento de sus ciudadanos serán mayores de 65 años. Esto es un reto inaplazable para el país que, a pesar de ser la tercera economía mundial, debe afrontar problemas de sostenibilidad tanto de los servicios sociales y sanitarios, como servicios de geriatría, residencias para mayores, programas de envejecimiento activo… como del sistema de pensiones.
La cultura del trabajo del país puede ser un apoyo, no en vano, en 2015 un total de 7,3 millones de japoneses mayores de 65 años seguían trabajando, lo que supone un incremento continuado desde hace 12 años.