En 2014 se fundó la asociación Adopta Un Abuelo, que trabaja todos los días del año para que nuestros mayores se sientan siempre acompañados, y sobre todo en fechas tan señaladas como son las Navidades. Este año, al igual que el anterior, esta asociación se ha propuesto como objetivo lograr que todas las personas mayores que viven en residencias, que rondan los 360 000 aproximadamente, reciban una felicitación navideña. Cualquiera puede sumarse a esta bonita y solidaria iniciativa. Actualmente, unos 365 000 escritos esperan a ser enviados a sus destinatarios.
Aitana Méndez, la responsable de comunicación de la asociación, afirma que dicha iniciativa surgió el año anterior a raíz de la pandemia; las restricciones para mantener la seguridad en las residencias de mayores impidieron que la gente mayor viera a sus familiares, lo que aumentó la sensación de soledad en los residentes. Es por esto que iniciaron este pequeño proyecto, porque las cartas, aun viniendo de desconocidos, lograron que muchos abuelos se sintieran acompañados.
La asociación trabaja con alrededor de 200 o 300 residencias de manera habitual, pero en el programa «Una carta para un abuelo», participan unos 600 centros. Además, últimamente, también numerosos colegios han puesto su granito de arena, y los estudiantes han redactado cartas destinadas a nuestros mayores.
Los miembros de Adopta Un Abuelo, junto con la Comunidad de Madrid, han puesto en funcionamiento el programa «Minutos de compañía», un proyecto en el que las personas que se ofreciesen como voluntarias podían conversar durante unos minutos con los abuelos. Este programa ha sido el germen de la aplicación que la asociación ha creado recientemente, disponible para todo tipo de móviles, que no solo incluye la posibilidad de realizar llamadas, sino también la de poder contactar mediante videollamada. El funcionamiento de dicha aplicación no dista al de algunas como el famoso Tinder. Los voluntarios tienen acceso a una pequeña información sobre cada abuelo, de modo que pueden elegir hablar con aquel con el que encuentren más afinidades y con el que la conversación pueda fluir mejor. Si, como sucede en Tinder, hay un match, se pone a ambas personas en contacto. No obstante, cabe destacar que, debido a la Ley Oficial de Protección de Datos, la información que aparecería en los perfiles no sería de carácter personal, ni de los abuelos ni de los voluntarios, sino más bien referente a gustos.