Entrar en la tercera edad o vivir en un centro geriátrico no son excusas para dejar de hacer deporte.
Ya tenga uno 70, 80 o 90 años, la actividad física es sumamente importante durante esta etapa de la vida. Por eso numerosos centros de día, residencias para la tercera edad y gimnasios disponen de distintas tablas, clases y ejercicios para mantenerse en forma a estas ideas. Incluso muchos ayuntamientos ponen a disposición de la población mayor espacios de entrenamiento al aire libre con sencillas máquinas que, a través de sencillos movimientos o posturas, ayudan a las personas mayores a tener un cuerpo tonificado.
Las personas ancianas que viven en un centro residencial o acuden con frecuencia a un centro de día suelen realizar una serie de ejercicios aeróbicos grupales. Algunas actividades son:
- Desplazarse dando grandes zancadas.
- Caminar en diagonal, haciendo zig zag, evitando obstáculos.
- Estiramientos varios con los brazos: elevándolos, bajándolos...
- Elevación del cuello y de los hombros.
- Baile y ejercicios al ritmo de la música.
Además de los ejercicios, lo óptimo es que el monitor de gimnasia involucre al grupo a practicar este tipo de ejercicios, haga las sesiones dinámicas y las realice, al menos, dos veces en semana.