En el agua, por el hecho de tener menor incidencia la gravedad, no existe riesgo de caídas durante el ejercicio, no de traumatismos o golpes por impactos o movimientos bruscos y esto es un factor importantísimo cuando hablamos de personas mayores con alto riego en este sentido.
Otro beneficio es que ayuda a las personas que padecen sobrepeso, que al sentirse más livianas dentro del agua realizan más movimientos y logran hacer movimientos que fuera de ella no podrían, con lo que se queman calorías y se aumenta la agilidad.
Y sin duda, hacer ejercicio en el agua en compañía de otras personas, con la ayuda de monitores especializados, es una manera estupenda de socializar y pasar un rato agradable y divertido.
En muchos polideportivos hay programas específicos para las personas mayores y en muchas residencias de la tercera edad se realizan estas actividades de forma regulada como parte de rehabilitación. Desde Inforesidencias no es la primera vez que animamos a todos las personas mayores, vivan en sus domicilios o en centros residenciales a que se animen a apuntarse a los programas de hidrogimnasia, los beneficios de salud, de socialización y lúdicos bien merecen el esfuerzo de ponerse el bañador y nuestra insistencia.