La SEGG publica el manifiesto «Nunca más al maltrato y la discriminación de las personas mayores»

24/06/2022

El día 15 de junio se conmemora en todo el mundo el Día Mundial de Toma de Conciencia contra el Abuso y el Maltrato en la Vejez, declarado por Naciones Unidas con el fin de denunciar, visualizar y alertar sobre este grave problema social que sufren las personas mayores de todo el mundo. 

Las personas mayores y personas con discapacidad mayores son vulnerables al maltrato sea este económico, material, físico, emocional, psicológico o sexual; el abandono, la soledad no deseada, la falta de atención y las faltas a su dignidad son algunos ejemplos de ello. 

La pandemia del COVID 19 ha puesto de manifiesto nuevas carencias y situaciones de vulneración de derechos y abuso a las personas mayores en todo el mundo. La letalidad global de la pandemia para las personas mayores de 60 años se sitúa en 4,8 %. Con datos acumulados hasta abril de 2022, en España se han producido 105 642 víctimas mortales y de ellas más del 50 % son personas que tenían 65 y más años. Durante la gestión de la pandemia se han producido en todos los países del mundo y en España una discriminación por razón de edad y discapacidad en el acceso a los servicios sanitarios. Raramente se ha escuchado la voz de las personas mayores y la mayoría ha vivido situaciones de aislamiento y soledad. 

Son numerosos los informes y estudios que así lo reflejan como es el caso de «Abandonadas a su suerte» de Amnistía Internacional, «Poco, tarde y mal. El inaceptable desamparo de los mayores en las residencias durante la COVID-19 en España» de Médicos sin fronteras o el informe del Comité de Bioética de España sobre los «Aspectos bioéticos de la priorización de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del coronavirus». Otras organizaciones como HelpAge o el CERMI Estatal también se han hecho eco y han publicado diversos informes. 

Las personas mayores en situación de dependencia, así como las personas mayores con discapacidad han sufrido violaciones y restricciones muy graves en el ejercicio de sus derechos y se han evidenciado las debilidades del modelo asistencial vigente, en el que son otros los que toman decisiones sobre la vida de las personas, sin tener en cuenta la afrenta a su dignidad y la vulneración de derechos que en ocasiones ello significa.

Han aflorado así, y de la manera más cruda, el edadismo y el estigma social que vincula la vejez y la discapacidad con inutilidad y minusvaloración de la vida de las personas, siendo particularmente destacable la situación de las mujeres mayores que en el caso de ser, además, mujeres con discapacidad mayores sufren de una doble discriminación como mujeres y como personas con discapacidad.

Constatamos que se ha impuesto un estereotipo que genera una visión negativa, homogeneizadora y uniforme de las personas mayores muy alejada de la realidad, olvidando las relevantes aportaciones que ellas hacen a nuestro bienestar social y las lecciones de solidaridad y resiliencia que han mostrado sobradamente. 

Puede leerse el manifiesto completo aquí

 

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