La Federación Lares acaba de publicar un interesante libro recopilatorio de las normativas de autorización y acreditación vigentes en las diferentes comunidades autónomas. Una obra de referencia fruto de un esfuerzo encomiable, que será positivo guardar y que, por desgracia quedará obsoleta pronto debido a la resistencia que tienen las comunidades a establecer normas estables y a esa tendencia a ir cambiando las cosas estableciendo sistemas transitorios.
Una breve mirada a la introducción nos permite conocer la motivación y finalidad de la obra:
Cuando vamos a comenzar el quinto año de vigencia de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, coloquialmente denominada "Ley de Dependencia”, su desarrollo y aplicación están pasando por un momento muy delicado. Al problema de la disputa jurídicacompetencial entre el Estado y las Comunidades Autónomas, una cuestión presente desde el primer momento, ahora se ha añadido una intensa crisis económica, que, en la medida en la que restringe los recursos económicos disponibles, ha venido a producir una importante tensión adicional en este proceso de desarrollo y aplicación.
Singularmente, dentro de este contexto, debe destacarse el polémico Acuerdo sobre Criterios comunes de acreditación para garantizar la calidad de los centros y servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), de 27 de noviembre de 2008.
El planteamiento legal se basa sobre el conceto de acreditación: Sólo las residencias acreditadas pueden acceder a la concertación de plazas públicas beneficiarias de la, así denominada, "prestación económica vinculada al servicio demás residencias, aunque estén autorizadas por la Administración Pública competente para funcionar como tales, quedarán al margen del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, SAAD. Y, en principio, podría pensarse que sólo algunos pocos centros muy especiales van a poder permitirse el lujo de mantenerse al margen del Sistema, por ejemplo, los complejos residenciales de "alto standing” para personas mayores, que, sobre todo, se ecuentran en zonas turísticas, cuya clientela, generalmente extranjeros con gran capacidad económica, no tienden a ser beneficiarios de la Ley de Dependencia.
Puede accederse al libro en la geriateca de Inforesidencias.com aunque Lares también editará una tirada en papel