Los cruceros y la tercera edad

Las formas de disfrutar del verano son innumerables: desde unos días en la playa con la familia hasta un viaje intercontinental con un grupo de amigos de la infancia, pasando por otras formas como los complejos residenciales dedicados al cuidado y bienestar del huésped. Sin embargo, cada vez son más las personas mayores que optan por disfrutar de realizar un crucero durante las distintas épocas del año.

Esta forma de viaje que data del siglo XIX es, quizá, la mejor opción para disfrutar de las vacaciones, pues es posible visitar varios y distantes destinos sin necesidad de ir desplazándose de aeropuerto en aeropuerto y de hotel en hotel, disfrutando de todos los lujos de esta modalidad de viaje. Además, de forma contraria a lo que muchos piensan, ir de crucero no tiene por qué ser la opción de viaje más cara, gracias las múltiples ofertas y paquetes de «todo incluido».

Aunque un crucero puede disfrutarse a cualquier edad, varios estudios indican que las parejas mayores de 60 años lo hacen de forma más plena por distintos motivos:

• Es posible visitar diferentes lugares sin que esto resulte agotador: el barco se desplaza de un destino a otro sin que los viajeros se den cuenta.
  
• Existen numerosos y atractivos servicios para que el viaje resulte una estancia agradable: variedad gastronómica, actividades, camarotes en suite...
  
• Comodidad y seguridad: aunque no tiene por qué haber ningún problema, las embarcaciones cuentan con servicios de atención médica.

Además de las anteriores, realizar un crucero en la tercera edad es una experiencia maravillosa para hacer amistades y compartir experiencias con el resto de la tripulación.

 Sin duda, animamos a todas las personas mayores cuyas posibilidades se lo permitan a realizar un viaje de este tipo.

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