Existen pocos estudios de investigación en los que se haya llevado a cabo un tratamiento de musicoterapia pasiva en pacientes ingresados en una Unidad de Cuidados Especiales Geriátricos (UCEG).

Hasta el momento, las publicaciones especializadas hacen referencia a la intervención de la musicoterapia pasiva en pacientes con daño cerebral o en neonatos, con más o menos evidencias científicas. Sin embargo, no se encuentran estudios sobre su aplicación en pacientes geriátricos ingresado en residencias de tercera edad en estado de mínima conciencia.
Grupo Sanyres, red de 20 centros sociosanitarios y residencias para
personas mayores con presencia en las principales ciudades españolas, ha puesto en marcha un novedoso programa terapéutico en Sanyres Aravaca, en la comunidad de Madrid.
Tras seis meses de estudio, se ha podido demostrar que la musicoterapia pasiva proporciona una mejor calidad de vida a los pacientes ingresados en la UCEG, con una mejora a nivel nutricional, digestivo, inmunológico y por ende, también aumenta la satisfacción de sus familiares.
Musicoterapia pasiva en residencias de tercera edad
Que la musicoterapia pasiva tiene efectos muy positivos en determinados colectivos de pacientes (como el de las personas mayores que viven en residencias de ancianos), es una evidencia. Con esta terapia, la persona mayor escucha la música, pero no hay ni instrumentos ni movimientos activos. Se utiliza la música ya que es un estímulo que moviliza un gran número de circuitos cerebrales en ausencia de otros estímulos que de forma habitual desencadenan su actividad. Por ello, altera de forma subliminal el patrón habitual de procesamiento de la información sensorial que nos llega al cerebro y respondemos de diferentes maneras.
Es conocido su efecto beneficioso en los neonatos o en personas con discapacidades severas. Pero hasta el momento, no se ha aplicado a personas mayores con poca o nula conciencia.
Según el responsable del programa, Juan Castilla, neuropsicólogo y director de
Sanyres Aravaca y de
Sanyres Aravaca Centro, "lo novedoso de los resultados de nuestro estudio es que la muestra se realizó con residentes con un nivel de conciencia comatoso o semicomatoso, algo que nunca antes se había hecho. Sí que se había tomado como referentes a personas mayores que estaban bien cognitivamente, o tenían Alzheimer en fases leves o moderadas. Pero nunca a pacientes como los que integran la Unidad de Cuidados Especiales Geriátricos de Sanyres Aravaca que son personas con sus enfermedades muy avanzadas”.
La forma de aplicación de la terapia ha sido "en pacientes que están en cama y que de forma habitual están desconectados con el entorno que les rodea. Con este tratamiento, recibe una estimulación ambiental de forma pasiva a base de ondas musicales con temas elegidos por un experto musicoterapeuta y adaptados a los diferentes momentos del día. Además, se acompaña con imágenes también asociadas a la actividad diaria”. Las conclusiones del estudio han sido muy prometedoras, puesto que según Castilla, "se han registrado efectos positivos muy similares a los que muestran los estudios realizados en neonatos: mejora fisiológica, mejora en los ‘linfocitos T’ del sistema inmunológico, de la frecuencia cardiaca, de la tensión arterial, reaccionan a los estímulos y están más conectados con el entorno. Para las familias también ha sido una terapia positiva puesto que la interactuación entre ellos mejora visiblemente y es un mensaje de ánimo para ellos”.
Programación de la música en función del momento del día
Para diseñar el programa, el personal asistencial que formó parte del mismo estableció una primera relación de similitud entre los pacientes de la UCEG y los neonatos. Así, se pudo determinar que duermen un número similar de horas, entre 12 y 20 horas diarias; o que en ambos casos tienen el patrón del sueño alterado. También que permanecen instintivamente en vigilia por la noche. Por otro lado, ha sido necesario personalizar la terapia para cada caso en concreto porque sus reacciones y pautas médicas son variables. En el caso de los mayores, también hay que tener en cuenta que están polimedicados y que los individuos participantes en la muestra estudiada, en gran medida tienen una poca o incluso nula reacción a los estímulos.
En la musicoterapia pasiva se emplean grabaciones de música que en este caso han sido diseñadas y programadas por musicoterapeutas, con el objetivo en aumentar los tiempos de alerta y fomentar la relajación según el tipo de actividad que se vaya a llevar a cabo. En este sentido, una vez determinados los grupos, se estableció una propuesta horaria donde se tuvo en cuenta el momento concreto del día y el tipo de música que debían escuchar. Así, se clasificaron melodías que fuesen relajantes o activadoras seleccionadas según la finalidad del estímulo. Las distintas actividades diarias son las que determinan qué tipo de música se ha de escuchar, tomando como referencia momentos clave como antes de la ducha y del cuidado personal, antes y durante la ingesta de alimentos o antes y durante el reposo como por ejemplo después de comer o antes del sueño nocturno. Por ejemplo, para el momento de la ducha, un momento considerado estresante para el residente, se eligió una música relajante. Por el contrario, durante la ingesta de alimentos se seleccionó música activadora puesto que interesa que el paciente esté más alerta para favorecer la deglución.
Juan Castilla asegura que "en este tiempo de aplicación del estudio, hemos conseguido diferencias importantes por ejemplo, en el peso de los residentes estudiados. En tan sólo dos meses ya se pueden apreciar cambios positivos y estadísticamente significativos. Por el momento el resultado de este estudio aplicado a un grupo de 14 residentes, creemos que es prometedor y una nueva vía que se debe incluir en los tratamientos geriátricos especiales para este tipo de residente”.
Metodología de trabajo en musicoterapia en residencias de mayores
Para conformar la muestra del estudio, se realizó una valoración previa de los residentes consistente en pasar unos tests como el "Noma/Near Coma Scale”; "Disability Rating Scale (DRS)”; "Rancho de los Amigos de funcionamiento cognitivo”; "Escala del coma Glasgow”; además de mediciones de constantes vitales incluyendo la frecuencia cardíaca y respiratoria, saturación de oxígeno, temperatura, glucemias y peso. También se realizó una valoración subjetiva de los familiares de los residentes.
A nivel técnico, en las televisiones de cada habitación se conectó mediante USB contenido audiovisual en el que cada pista está asociada la actividad que se vaya a desarrollar con el residente. Por ejemplo, durante las comidas las imágenes son de alimentos y la música que suena es activadora. De esta forma, se suceden el resto de pistas programadas, desde el comienzo del día con el despertar hasta el último que es el momento de acostarse. Entre las 20:00 y las 08:00 horas, el programa se desactiva para ayudar a orientar el ciclo vigilia-sueño, volviendo a conectarse a partir de esa hora para comenzar un nuevo día.
Para llevarlo a cabo, se ha tenido que implicar toda la residencia puesto que "hemos tenido que eliminar los ruidos en las zonas donde se ha estado aplicando, bajar el volumen de las televisiones, el personal ha colaborado muchísimo bajando el tono de voz y evitando realizar ruidos molestos en sus tareas cotidianas. Queremos que nuestros residentes pasen lo mejor posible esta fase de su vida y que además, mejoren la interacción con sus familias”, apunta Castilla.
Colaboración con la Universidad de La Salle en el proyecto de musicoterapia
El estudio se ha llevado a cabo en colaboración con la Universidad de La Salle, a través de su departamento de Estadística, siendo el responsable de la explotación de los datos obtenidos y del estudio de los indicadores. De esos datos se extrae que la edad media de los participantes ha sido de 87,29 años, el 83% de ellos con estudios básicos-elementales, y el 87,5% mujeres. Además se constata que ha habido un aumento de peso significativo, al igual que una mejora en la satisfacción de los familiares.
Los resultados se han hecho públicos en el penúltimo Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y ha sido presentado en el último encuentro de la Sociedad Española de Neurología. Ahora el siguiente objetivo es continuar con el proyecto añadiendo más variables, aumentando el tiempo de seguimiento y aplicarlo a un mayor número de residentes. Además, señala Castilla, "pretendemos seguir innovando con el trabajo interdisciplinar de los profesionales de nuestro centro, en la búsqueda de una mejor calidad de vida de nuestros mayores, independientemente del estado físico o cognitivo que presenten, y aportando mayor confianza a sus familiares para que perciban que sus mayores están en las mejores manos”
Sobre Grupo Sanyres
Grupo Sanyres nace con el deseo de proporcionar a los cuidados de los mayores un servicio de calidad conforme a la demanda actual de la sociedad. Su objetivo es ofrecer atención a las personas mayores, dependientes o no, en un ambiente hogareño, con terapias innovadoras y respetando su intimidad y deseos personales. Además, se trabaja para prolongar en el tiempo la autonomía personal del residente mediante programas terapéuticos personalizados de rehabilitación funcional y cognitiva que permiten retrasar la aparición de situaciones de dependencia. Como complemento a su actividad centrada en el bienestar de las personas mayores, Sanyres desarrolla un amplio plan de Responsabilidad Social Corporativa apoyado en numerosas acciones de transparencia y el compromiso con el medio ambiente, la integración social y los colectivos desfavorecidos. Sanyres cuenta con una red de 19 centros sociosanitarios y residencias para ancianos, además de apartamentos, senior resorts y care hotels en las principales ciudades españolas y en localizaciones turísticas emblemáticas.