Puede ser el dilema ético de la primera mitad del siglo XXI. Resulta que la enfermedad de Alzheimer afecta a un creciente número de personas en el mundo. Para acotar más deberíamos decir en el "primer mundo". Debido a que las posibilidades de sufrir la enfermedad aumentan de forma exponencial a medida que se avanza en la vida, es lógico que países con cifras cercanas al 20% de mayores de 65 años tengan muchos más enfermos que aquéllos que apenas llegan al 10%.
Actualmente el Alzheimer es una de las enfermedades que más se está investigando y, dentro de esas múltiples líneas de investigación, Kiminobu Sugaya, profesor de neurociencias de la Universidad Central de Florida, en Estados Unidos, ha manifestado que en unos cinco o seis años podría existir un tratamiento eficaz para la enfermedad de Alzheimer.
Lo curioso es que, para llegar a la cura habría que tomar células madre, tomadas en la etapa prenatal de una persona y transplantárselas en caso de que padeciera Alzheimer. Así las células madre sanas, se conviertan en neuronas sanas y sustituyan a las neuronas enfermas. Aún más curioso es que en la noticia que hemos leído en Mundoasistencial.com aparezca el comentario de una farmaceutica, Intellect Neurosciences, que según su página web tienen entre sus líneas de investigación el Alzheimer.
En casi todas las páginas web que se hacen eco de la noticia aparece la Universidad Central de Florida y la empresa farmacéutica por lo que nadie debiera entusiasmarse demasiado.
Los laboratorios necesitan dinero para investigar y anunciar que "en cinco o seis años" conseguirán algo, suena más a búsqueda de inversores que a noticia seria. Quizás por ello no lo hemos leído en los medios más reputados (por lo menos hasta ahora).