Test de los 7 minutos para la detección del Alzheimer
Casi la mitad de los afectados por la enfermedad de Alzheimer en España no
está diagnosticada, según ha puesto de manifiesto el Dr. Rafael Blesa, del
Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona, durante la
presentación en Barcelona del llamado "test de los 7 minutos". "Asimismo, ha
subrayado este experto, sólo un 25% de los pacientes que han sido
diagnosticados está siendo tratado con fármacos específicos indicados para
la enfermedad de Alzheimer".
Según explicó el Dr. Blesa, "desde que se detectan los primeros síntomas
hasta que un experto diagnostica la enfermedad, suelen transcurrir entre uno
y dos años, un tiempo especialmente valioso cuando sabemos que, en la
enfermedad de Alzheimer, la detección precoz juega un papel muy importante".
En este sentido, Manuel Mañós, presidente de la Asociación de Familiares de
Enfermos de Alzheimer de Barcelona, comentó que, si bien es muy importante
para médicos, familiares y pacientes diagnosticar correctamente y a tiempo
la enfermedad, el diagnóstico precoz permite, por una parte, sacar un mejor
partido a la evolución de la enfermedad partiendo de la derrota y, por otra
parte, mejorar la relación entre cuidador y paciente optimizando la atención
al enfermo.
Hasta ahora, para el diagnóstico de esta enfermedad, los facultativos han
tenido a su disposición algunos tests breves, de los que el más conocido es
el Mini Mental, y diversas baterías neuropsicológicas cuya aplicación puede
requerir una hora o más de consulta de la que, en la mayor parte de los
casos, no disponen los médicos. Tal y como explica este experto, "los tests
que se han venido utilizando de forma habitual entre los expertos no son
quizás lo suficientemente breves y eficaces".
En este escenario y a partir de estos momentos los especialistas disponen de
una nueva herramienta para facilitar la detección precoz de la enfermedad.
Se trata del test de los 7 minutos, una prueba diagnóstica de cribado que
permite evaluar alteraciones cognitivas en el paciente, según explicó el Dr.
David Muñoz, neurólogo del Banco de Tejidos para Investigación Neurológica
de la Universidad Autónoma de Madrid, mediante unos tests sencillos de
aplicar, que no requieran materiales complejos ni tampoco un excesivo
esfuerzo por parte del explorador. Además, aportan información acerca de las
principales funciones mentales. Para someter al paciente a esta prueba, se
necesita únicamente lápiz, papel y un bloc específicamente diseñado, que
contiene las imágenes para evaluar el lenguaje y la prueba de memoria.
Entre las ventajas de esta prueba, el Dr. Muñoz destaca su brevedad y su
eficiencia. Por su parte, el Dr. Teodoro del Ser, jefe del Servicio de
Neurología del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), añade que otra de
las ventajas del test de los 7 minutos, es que puede tener valor predictivo
en los casos con deterioro cognitivo leve. "Los pacientes que no mejoran el
rendimiento final en la prueba de memoria cuando se les facilita la clave
semántica, tienen un mayor riesgo para desarrollar una enfermedad de
Alzheimer", dijo. "De este modo –añadió- se entiende que la recomendación de
utilizar este método se sustenta no tanto en el tiempo breve de aplicación
sino en las ventajas diagnósticas que aporta".
El test de los 7 minutos consiste en la realización de cuatro pruebas muy
sensibles al deterioro inicial de la enfermedad de Alzheimer. Esta prueba se
inició en Estados Unidos y se ha venido utilizando de forma sistemática en
aquel país. En España ha sido validada y adaptada por los Dres. Teodoro del
Ser, David Muñoz y el psicólogo Fernando Sánchez, con la participación de la
Sección de Neurología del Hospital Severo Ochoa de Madrid, y la colaboración
del Dr. Josep Manubens para el desarrollo de la versión electrónica. El test
de los 7 minutos explora en el paciente la orientación temporal, la memoria
y la fluidez verbal, es decir, aquellos procesos cognitivos que se
deterioran al inicio de la enfermedad.
Siendo el Alzheimer una afección que afecta a más de una tercera parte de las personas mayores que viven en residencias geriátricas, la extensión del uso de este test podría suponer una intervención precoz y un aumento en la calidad de vida.
Fuente: Jano
26/05/2003