RESIDENCIAS EN ECUADOR

05/04/2007

RESIDENCIAS EN ECUADOR

 

Esto hemos encontrado en el periódico El Comercio

En Quito, Guayaquil y Cuenca, el costo promedio de este servicio es de 300 dólares mensuales. Este valor se cancela cuando el asilado permanece a tiempo completo.

Pero el precio sube de acuerdo con las condiciones de salud y si el adulto mayor puede valerse o no por su propios medios. Si requiere un acompañamiento permanente el costo sube a 500 dólares.

También hay el plan temporal, transitorio o ambulatorio. Esta opción contempla los paquetes de ocho o más horas diarias y los fines de semana. Su valor oscila entre ocho y 14 dólares el día.

Otro opción son los semanales, que bordea los 150 dólares. Para Arias, estas últimas opciones son una alternativa porque el adulto pasa distraído durante el día y en la noche cuando llega a su hogar tiene elementos
o anécdotas para compartir con sus allegados.

Pero si la residencia es permanente, la trabajadora social y directora de la Comunidad Geriátrica Jesús de Nazaret, en Cuenca, Catalina Íñiguez, recomienda visitas continuas de los familiares.

Por eso, estos centros ofrecen una psicoterapia familiar como pasa previo al ingreso del adulto mayor. Es decir, lograr un compromiso de los parientes.

En todo el país, los centros cuentan con un área de trabajo social y su personal realiza una valoración de la
situación económica familiar antes de fijar la tarifa.

En Guayaquil, hay asilos en los que se realizan donaciones durante el año y esto ayuda a reducir la mensualidad.
Una suite en Guayaquil o Quito puede superar los 650 dólares.

En este espacio el asilados dispone de una pequeña cocina, comedor y sala. Y atención personalizada de una enfermera.

También hay la media pensión y las habitaciones compartidas por dos o tres internos. Esto representa 150 dólares. Otra opción es un cuarto individual que cuesta de145 a 200 dólares.

Según Martha de Proaño, directora de la residencia Tus Mejores Años, en Quito, hay una diferencia en los costos entre la atención en el domicilio y una residencia.

Por ejemplo, dice, cuando una persona requiere de cuidado permanente hay que contratar dos enfermeras, una para el día y otra para la noche. El costo bordea los 200 dólares por cada profesional que da la atención.

A esto hay que sumar 100 dólares por la alimentación y el pago de transporte de estas profesionales. Este personal se encarga de suministrar los medicamentos, pero no ofrece el servicio de fisioterapia y otras
actividades.

También se requiere de una empleada doméstica para lavar, planchar y limpiar. Eso, dice Proaño, supera los 100 dólares. En total representa unos 700 dólares.

En el mercado hay otros asilos que tienen tarifas diferenciadas y albergan hasta 300 personas. Se trata de hospicios que reciben subvención del Estado y sus costos son substancialmente menores.

Los controles sobre las residencias geriátricas en Ecuadro

El Ministerio de Bienestar Social exige como requisito que estos centros de atención cuenten con profesionales especializados y una infraestructura adecuada. Caso contrario no entregan el permiso de funcionamiento.

En todos los centros de atención se realiza una valoración del estado de salud del residente antes de su ingreso.
Por lo general, no se recibe a personas que tengan enfermedades infecto contagiosas o temperamento agresivo.

Hay otros centros especializados para personas con enfermedades terminales que funcionan como clínicas, donde también se ofrecen servicios de atención.

En urbes y cantones del país hay hospicios dirigidos por religiosas o fundaciones; el costo es menor. Según el Ministerio de Bienestar Social, el valor promedio es de 50 dólares. Por ejemplo, en Sígsig (Azuay) cuesta de 30 a 50 dólares.

También se encuentran sitios donde el valor se calcula de acuerdo con la situación económica de la familia. El  Estado subvenciona a los lugares para recibir a las personas indigentes o que no tienen familia.

 

 

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