Según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología
(SEGG), la vacuna de la gripe reduce la hospitalización de personas
mayores en más de un 30 % y la mortalidad por todas sus causas en un 50 %.
La SEGG ha elaborado un documento, titulado Recomendaciones de
vacunación para adultos y mayores. 2016-2017 que contiene consejos de
vacunación en adultos y mayores a modo de guía en la práctica asistencial a los
profesionales sanitarios, con el objetivo de promover su uso en todos los
niveles de atención sanitaria y aumentar las actuales coberturas de
vacunación.
Como señala el documento, la vacunación es una de las estrategias de
coste-eficacia más importantes en la prevención primaria de las enfermedades
infecciosas con que cuenta la salud pública. Gracias a los programas de
vacunación de los niños se ha logrado una disminución notable de enfermedades antes comunes.
Por ese motivo, en España, más del 95 % de la población pediátrica cumple el
calendario de vacunaciones actualmente recomendado, que se inicia a los dos o
tres meses de edad y acaba a los 14 años y que incluye la inmunización frente a
la poliomelitis, difteria, tétanos, sarampión, rubeola y hepatitis B, entre
otras enfermedades. Sin embargo, los adultos no se vacunan, aunque en algunos
acaso, como el de las personas mayores, su sistema inmune esté debilitado.
Teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, debe hacerse
sistemática la vacunación de las personas mayores pues, a medida que se
envejece, aumenta la posibilidad de padecer infecciones y que cuando estas
aparecen, sean más graves.
Según los geriatras, la baja tasa de vacunación en adultos se debe, entre
otras razones, a la ausencia de vacunación o vacunación incompleta en la
infancia, no ponerse las dosis periódicas de recuerdo para mantener la
protección, a la confianza que genera la menor circulación del agente
infeccioso o la falta de educación sanitaria.
No se es consciente de que las tasas bajas de vacunación de las personas
mayores pueden tener consecuencias en la salud pública, pues las enfermedades
infantiles o las gripes estacionales conllevan en la población mayor problemas
de salud mucho más graves que en el resto de población joven o infantil.
Además, los adultos no inmunizados puedes suponer un riesgo para personas que
no pueden vacunarse, o que todavía no han podido hacerlo, como los niños
lactantes.
Para solucionar el problema, la SEGG ha elaborado una primera propuesta de
vacunación para adultos sanos o con enfermedades de riesgo. Entre otras
enfermedades infecciosas recomienda las vacunas de la gripe, el neumococo y el
herpes zóster a partir de los 60 años. También recomienda administrar a los
mayores de esa edad una dosis de la vacuna contra tétanos/difteria/tos ferina,
en el caso de que ya se haya recibido de niño, o cinco dosis si no fue
administrada nunca; la triple vírica en una dosis para los nacidos entre 1966 y
1984, y en dos a partir de esa fecha; y las de la varicela, meningococo C,
hepatitis B y virus del papiloma humano, con particularidades de pauta según
edad y situaciones especiales.
Para elaborar este calendario de vacunación, la SEGG, se ha analizado los
datos disponibles en nuestro España sobre morbilidad, mortalidad, letalidad y
discapacidad de las diferentes enfermedades inmunoprevenibles que afectan a la
población adulta española.
Se puede consultar el documento en: http://www.vactodate.es/sociedad-espanola-geriatria-y-gerontologia.
Otra información sobre vacunación de la gripe y tercera edad.