¿Es lo mismo fumar que "vapear" (usar los cigarrillos sin tabaco que permiten aspirar vapor mezclado con productos químicos y nicotina)?
A medida que los nuevos cigarrillos irrumpen con fuerza en la sociedad, las barreras puestas a los cigarrillos "tradicionales" parecen perder cimientos.
En el Periódico del Mediterráneo leemos que "La mayoría de residencias de ancianos (geriátricas, de mayores, o como se quieran denominar) y clínicas privadas de la provincia de Castellón rechazan la nueva moda de vapear, pero reconocen que cada empresa puede aplicar la normativa que desee si no hay una ley, como fue la del tabaco, que les atañe directamente. Estos centros privados están a la espera de conocer la nueva normativa que la Conselleria de Sanidad prepara de forma inminente sobre el uso del cigarro electrónico para aplicarla en sus instalaciones".
La Ley antitabaco ya prevé que los residentes mayores puedan fumar en determinados espacios de las residencias, aunque no permite que fumen los trabajadores ni las visitas. Esa Ley no preveía la aparición de cigarrillos electrónicos por lo que su uso queda en un limbo jurídico en el que todo lo que no está prohibido está permitido.
Aunque algunas administraciones se plantean prohibir "vapear" (fumar cigarrillos electrónicos) en espacios cerrados, e incluso hacer una prohibición expresa en hospitales y colegios, lo cierto es que, hasta que no publiquen alguna normativa al respecto nadie puede obligar a una pesona a no usar su aparato electrónico de inhalación de productos químicos.
Ahora lo importante es saber cuán nocivos son para quien los usa y para quiénes le rodean y, si sólo son perjudiciales para los primeros, gravarlos severamente con impuestos que permitan desincentivar su consumo y cubrir los gastos sanitarios que generen.
Lo que todavía no ha llegado a Inforesidencias.com es algún caso en el que sea el propio mayor residente el que reclame poder fumarse un cigarrillo electrónico.