La empatía es fundamental para tratar a personas que sufren demencia. Por eso, en otras ocasiones hemos valorado muy positivamente iniciativas como el Traje Max, que permite a una persona joven "sentir" como si tuviese 80 o 90 años; o unos guantes que emiten corriente eléctrica haciendo que quien los lleva siente temblores como si sufriese parkinson u otras afecciones.
En el congreso del Pioneer Network, que agrupa a profesionales comprometidos con el "Cambio de Cultura en la atención a mayores" (dentro del que está la filosofía de la Atención Centrada en la Persona) en Denver (Colorado - Estados Unidos) ,un centro de formación estadounidense, Ageucate, ha expuesto el método Dementia Live que permite "vivir cómo si sufrieses demencia" durante un rato. Un programa pensado para cuidadores profesionales y familiares. Josep de Martí, director de Inforesidencias lo ha probado y ha explicado en un vídeo su experiencia.
Después de poner unos guantes que limitan el tacto, unas gafas que reducen mucho el campo de visión y unos auriculares que van emitiendo ruidos como voces de un grupo, timbres de alarma (como los de las residencias de mayores), alguna música y otros irreconocibles; al voluntario se le lleva a una habitación y se le dice, sólo una vez, una lista de tareas que debe llevar a cabo. Debido a que los auriculares dificultan la escucha las órdenes no se entienden muy bien; si pides que te las repitan o alguna aclaración, amablemente te dicen: "ya puedes empezar". En la sala hay ropa para doblar; unos puzzles, piezas para meter en una caja, cubiertos para ordenar...
"La sensación"- comenta Josep de Martí -"es angustiosa. Aunque sabes que es un juego, te molesta no haber entendido todas las instrucciones y, cuando te pones a hacer las que recuerdas notas la dificultad de los guantes y de las gafas que limitan la visión. Vas de un sitio a otro y cuando intentas pedir alguna aclaración sólo obtienes una cara sonriente que no te ayuda".
Cuando acaba la experiencia los responsables de Dementia Live preguntan cómo se sienten los participantes. Todos tienen más calor y, los que tienen un reloj de actividades y pueden comprobar sus pulsaciones ven que han subido a 120. Además se siente una sensación de alivio importante.
Alli empiezan las explicaciones de los responsables: "Seguro que alguien con alzheimer no se siente exactamente así pero seguro que lo que siente es parecido y además para él o ella, la experiencia no acaba".
A partir de la experiencia, Ageucate, elabora cursos y otras formaciones dirigidas a familiares de personas que sufren demencia, personal de residencia geriátricas y estudiantes de carreras sanitarias y sociales.
Toda una experiencia.
Aquí está el vídeo.