Los empleados de las residencias de tercera edad y discapacitados que están al servicio del Gobierno de Navarra directamente perciben unas retribuciones que son un 44% más elevadas que los trabajadores de los centros de gestión privada. Estas mejores condiciones se reflejan igualmente en lo relativo a las horas anuales de trabajo, según subraya el informe de la Cámara de Comptos sobre las cuentas y gestión de Bienestar Social, departamento al que critica por rebajar su personal propio y por su índice de eventuales.
El Gobierno de Navarra destina unos 20 millones de euros para estancias en centros, servicio telefónico de emergencia, ayuda para la atención domiciliaria, pensiones no contributivas y programa de balnearios.
Respecto a las residencias, existen centros públicos, concertados y ajenos. El precio de las residencias públicas o de instituciones sin ánimo de lucro ronda los 1.300 euros, mientras que en el caso de las empresas privadas alcanza los 1.600 euros. En 2005 había un total de 952 plazas, lo que supone una ligera pérdida de oferta respecto a los datos de 2002.
La oferta de plazas en residencias para la tercera edad en Navarra es buena comparada con la media del Estado, "puesto que en nuestra comunidad hay 5,3 plazas para cada 100 habitantes mayores de 65 años frente a las 3,7 de la media". Este porcentaje, sin embargo, dice el informe, es sensiblemente inferior al de la Unión Europea en la que destaca Dinamarca con 13 plazas por cada 100 habitantes mayores de 65 años.
Por otra parte, aunque hay un incremento de 2 puntos, el Servicio de Atención a Domicilio solo llega al 4,51% de la población de la Tercera Edad cuando su propio Plan preveía que en 2000 llegara al 5%.
ALGUNOS DATOS
Descenso en el personal propio del departamento desde 2002. En cuanto
al personal del departamento, el informe señala que actualmente dispone
de 673 plazas, 40 menos que en 2002. El personal fijo del departamento ha disminuido
un 21%, en tanto que las plazas vacantes se han duplicado hasta llegar a 216.
Ante estos datos, la Cámara de Comptos pide que se reduzca la tasa de
temporalidad, especialmente en las plazas de naturaleza estructural. En el capítulo
de personal también se ha analizado el absentismo, que en el caso de
las residencias del Instituto Navarro de Bienestar Social es alto: un 15%.
Entre un 50% y un 60% de los fondos de tercera edad y discapacitados van a manos
privadas. En torno al 50%-60% del gasto total de los programas de tercera edad
y de discapacitados se destina a financiar los centros concertados, especialmente
para plazas residenciales. El coste de los conciertos ha subido un 9% en tres
años. Por otro lado, se reconoce que entre 2002 y 2005 las listas de
solicitud de plazas se han reducido.
Incrementar la actividad inspectora y prever sanciones. En inspecciones, los
resultados anuales de los planes de revisión no se traducen en la elaboración
de una memoria anual que refleje los objetivos planteados y los resultados obtenidos;
el plan de 2005 implicó una revisión de 197 centros (residencias,
apartamentos, centros, clubes…), de los que el 80% tenían la consideración
de actuaciones ordinarias y el resto proceden de autorizaciones, reclamaciones
y quejas. Sobre las encuestas de satisfacción, con carácter previo
conviene decir que se ha abandonado el seguimiento de la certificación
ISO 9002, al no obtenerse, según los responsables, los beneficios esperados
de la misma; en 2005 no se ha realizado ninguna encuesta, dado que se pretende
modificar su contenido y sus destinatarios.