El CES (que es un órgano consultivo) considera que es necesaria laregulación farmacéutica en las residencias para mayores de Euskadi que incida
en la esperanza de vida y en la prevalencia de las enfermedades crónicas. Aunque
cree necesaria una nueva regulación, reprocha al proyecto de decreto la falta
en la memoria económica del mismo de una valoración de los gastos que deberán
afrontar las residencias gestionadas de manera privada. Algunas de ellas son de
instalaciones y otras son la implantación de la receta electrónica o obligatoriedad de
emplear el sistema informático de Osakidetza. Otro problema es el plazo de
adaptación, un año, que considera corto sobre todo para las residencias más
pequeñas.
Otra cuestión que aborda el CES en su dictamen es que no se mencionan en el proyecto de decreto las prácticas contrarias a la competencia ni los pasos que se han dado ya para resolver estas situaciones para garantizar que el servicio de atención farmacéutica sea accesible a los operadores del sector, de forma directa o mediante subcontratación. Recuerda que las autoridades vascas de la competencia consideraron como práctica restrictiva de la misma un acuerdo de modificación del concierto entre el Departamento de Salud y los colegios farmacéuticos vascos.
También considera que se debería haber considerado la atención farmacéutica en las residencias para personas con discapacidad y para personas con enfermedad mental.