Este nuevo modelo pretende aportar seguridad tanto a las personas usuarias de las residencias de mayores, en un alto porcentaje pacientes polimedicados, y a los profesionales de la salud, pues se eliminan las recetas en papel, se puede consultar la historia clínica y mejorar el seguimiento.
También se destaca que las hojas de tratamiento detallan los modos de dispensación, lo que redunda en minimizar los posibles errores al ser administrados los medicamentos. Otros beneficios de la e-receta son la facilidad para revisar y ajustar medicación en tratamientos prolongados y evita la acumulación de fármacos en los botiquines, pues la recogida será mensual y no trimestral.
En el País Vasco, según datos del Departamento Vasco de Salud, unas 20 000 personas viven en residencias geriátricas. De estas, el 68 % toma cinco o más medicamentos y el 33 % 10 o más. Es decir, el porcentaje de pacientes polimedicados es muy alto, lo que se traduce en más de millón y medio de recetas anuales con una media de 75 medicamentos al año por usuario. Además, muchas de estas personas precisan de productos que sin ser estrictamente fármacos, deben ser dispensados mediante receta, como complementos dietéticos, pañales de incontinencia, absorbentes, productos de higiene específicos, etc.