En la Comunidad Valenciana tres de cada cuatro pacientes crónicos ingresados son personas de la tercera edad

15/12/2016

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en enero de 2016 en la Comunidad Valenciana residían 928 102 personas mayores de 65 años, 12 794 más que en enero del 2015.

SAD en la Comunidad Valenciana para ancianosEste aumento de la población mayor es la realidad cada vez más patente del envejecimiento de la población que se está produciendo de manera generalizada en todo el estado y que es resultado del aumento de la esperanza de vida y de la baja natalidad.

Pero el envejecimiento, un logro de la sociedad, lleva aparejados retos que afrontar, como la falta de servicios como centros de día o residencias para mayores, o el aumento de los enfermos crónicos que mantienen sus patologías hasta edades muy avanzadas, lo que crea la necesidad de crear servicios específicos para ellos.

La Memoria de Gestión de 2015 de la Conselleria de Sanidad aporta el interesante dato de que el 74,2 % de los pacientes que pasan por un Hospital de Atención a Crónicos y Larga Estancia (Hacle) tienen más de 65 años.

Estos pacientes presentas por norma general varias patologías y suelen sufrir recaídas que les llevan a repetir ingresos o a pasar por las unidades de urgencias de los hospitales de agudos para luego ingresar en el Hacle.

Según datos de la Conselleria de Sanidad, la Comunidad Valenciana dispone de 578 camas para enfermos crónicos repartidas en seis centros sanitarios específicos y en planta en el antiguo Hospital La Fe.

Por su parte, la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Svmfyc) denuncia que no son suficientes ese número de camas para enfermos crónicos, pues se cubren con la demanda que se genera desde los hospitales de agudos cuando hay pacientes que tras superar procesos operatorios tienen que seguir ingresados, esto provoca que no existan camas para personas derivadas de otros servicios, por ejemplo desde atención primaria, que puede tardar semanas desde que solicita el ingreso hasta que este se produce.

El sindicato médico Cesm considera que la cifra que cubriría la necesidad estaría entre dos mil y tres mil camas. Pero con las camas no es suficiente, se necesita inversión tras años de recortes.

Una de las claves está, según los especialistas en cambiar el sistema de atención, de manera que se potencien los servicios de primaria en un modelo que aúne la atención domiciliaria por parte de los médicos de familia con la colaboración con las Unidades de Hospitalización a Domicilio. También un enfoque sociosanitario ayudaría a los médicos de familia y evitaría recaídas e ingresos en urgencias.

Para afrontar estas cuestiones se precisa invertir en tecnología que coordine la información entre los distintas áreas de la atención, con plazas de Hacle, las Unidades de Hospitalización a Domicilio y también las residencias para mayores.

La Consellería, por su parte, ha anunciado la construcción del complejo sanitario Ernest Lluch en el antiguo Hospital La Fe, que prevé pasar de las 16 plazas para pacientes crónicos 150. Otro proyecto es el del antiguo Hospital Militar, en el que se habilitarán 60 plazas para crónicos en un primer momento y se espera llegar a las 120 en el año en el que finalizará el proyecto de las instalaciones de Quart y Mislata.

Todos estos datos, las demandas de los profesionales, las actuaciones de la administración y las necesidades crecientes de pacientes tan vulnerables imponen una reflexión acerca de cómo se afronta en envejecimiento y las inevitables consecuencias sanitarias que conlleva, que no es otro que ante grandes retos se precisan planes de actuación con visión de futuro, recorrido en el tiempo e inversión garantizada.

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