La tutela es, en general, la dirección, la defensa y el amparo de una persona respecto de otra. Las personas pueden verse incapacitadas y son tuteladas
por una entidad pública cuando no existen otras alternativas de tutela por
ejemplo, parte de familiares.
Las personas que usan el servicio de tutela de la Agencia son en un 54 % mujeres y un 46 % hombres y la edad media de 60 años. La casuística es muy variada tanto a nivel de dependencias y discapacidad como de patologías y situaciones sociales, aunque es de reseñar que el 65 % de las personas tuteladas cuenta con menos de 10 000 euros anuales.
Para atender las necesidades de estas personas, en su mayoría en la tercera edad, el Consejo de Gobierno ha autorizado un gasto de 3 074 898 euros como aportación en 2016 al fondo de la AMTA. Este monto permitirá seguir protegiendo a las personas que han sido incapacitadas judicialmente.
La cuantía será destinada a incremento de personal, fundamentalmente en el área social, y a la implantación de nuevos modelos de intervención social a través de programas específicos diferenciados por los perfiles de las personas tuteladas, tal y como se recoge en el plan estratégico. Para ello, se contará con la colaboración de entidades especializadas del tercer sector.