El problema residencial de las personas mayores con discapacidad se aborda en Navarra

21/02/2018

Afortunadamente, las personas con discapacidad han aumentado su esperanza de vida, como el resto de la población. Esta buena noticia provoca que cuando cumplen 65 deban abandonar su lugar de residencia, en el que igual han estado hasta 40 años, y trasladarse a una residencia de la tercera edad que no contempla sus necesidades específicas.

Anciano con síndrome de downEl Tribunal Constitucional ha estimado el recurso de amparo de un ciudadano al que, pese a tener una discapacidad intelectual reconocida del 65 % y una situación de dependencia en grado 1, la Comunidad de Madrid le negó la posibilidad de ingresar en un centro especializado en atención de personas con discapacidad por ser mayor de 60 años. A esta persona se le concedió una plaza en una residencia para mayores sin tener en cuenta sus especiales características. Para el Tribunal, se han lesionado sus derechos y ha sido discriminado por razón de edad y discapacidad, pues se le debía haber proporcionado una plaza en un centro especializado.

Con la vista puesta en esta sentencia, en Navarra, UPN ha propuesto, a través de una moción parlamentaria, que se elimine el requisito de ser menor de 65 años para acceder a los recursos destinados a las personas con discapacidad en la nueva Cartera de Servicios Sociales que el Departamento de Derechos Sociales tiene pendiente de realizar el Gobierno Foral. Además, proponen poner en marcha de forma inmediata un programa para crear módulos de personas mayores de 65 años en las residencias de discapacidad en las que existan personas que están llegando a esa edad, para poder darles la atención específica que requieren.

Según UPN, en Navarra la Ley Foral de Servicios Sociales no distingue residencias para mayores y para menores de 65 años, mientras que la Cartera de Servicios sí hace la distinción. Consideran necesario adecuar la normativa a la realidad, a los tratados internacionales y a las disposiciones judiciales.

En Inforesidencias nos parece un tema de gran calado que afecta a muchas personas, las personas mayores con discapacidad, especialmente vulnerables. Con el aumento de la esperanza de vida, ahora se hacen visibles y plantean un importante reto: el envejecimiento de las personas con discapacidad y su calidad de vida. Es una buena noticia que las administraciones, en este caso a través de una iniciativa parlamentaria autonómica, tengan presente esta nueva problemática y empiecen a plantearse los servicios adecuados.

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