La prevención requiere la existencia de tests predictivos o biomarcadores son característica biológicas que sirven para diagnosticar o predecir una situación médica. El biomarcador ha de tener un valor predictivo muy alto, superior al 95% en personas sanas, para considerar utilizar terapias preventivas.
Los primeros cambios consisten en el depósito de dos proteínas anómalas (amiloide y tau) en regiones concretas del cerebro y se consideran biomarcadores, pero solo es segura su predicción en personas mayores de 65 añosque ya presentan un deterioro cognitivo leve, a las que predice el desarrollo de alzhéimer en dos años. Para personas más jóvenes y asintomáticas, todavía no se conocen los biomarcadores. En personas de edad media, que es cuando se inician las alteraciones cerebrales, solo se refleja un riesgo más alto.
La ciencia avanza y cada mes se publican artículos y avances que abren vías de esperanza para encontrar un remedio a esta enfermedad que, debido al aumento de esperanza de vida y del envejecimiento de la población, aumenta de manera rápida.
Para las personas que en este momento la sufren y se encentran en sus domicilios o en centros geriátricos, cualquier avance pequeño que detenga sus síntomas es una gran ayuda, para el resto de población, detectar la enfermedad antes de que empiece a manifestarse es la mejor manera de ahorrar el sufrimiento que conlleva, por no hablar que en con las enfermedades neurodegenerativas, son mucho más costosos los largos años de cuidados especializados en centros y geriátricos que la aplicación de un fármaco en quienes presentes riesgo de manera asintomática.
Seguiremos atentos a esta esperanzadora noticia.