Las actividades se hacen tanto en residencias públicas como concertadas y en los centros socioculturales que gestiona el ayuntamiento, entre otros lugares. Los participantes son las personas mayores y niños en edad escolar, menores que participan en programas educativos o jóvenes universitarios.
De los encuentros, actividades y talleres salen beneficiados jóvenes y mayores, los primeros cambian su visión sobre lo que es la vida en una residencia y se alejan de estereotipos y los mayores aprenden de ellos también, se contagian de su interés y rompen a su vez barreras y prejuicios.
En la residencia Alto Prado de Caser, por ejemplo, además de las citadas actividades, han realizado experiencias encuentros de sus residentes con personas con diversidad funcional del colectivo Talur, un campeonato de petancacon un centro escolar, otro con alumnos del módulo de peluquería del CIP Gasteiz, entre otras.
Otras actividades son las visitas de residentes a centros escolares para contar cuentos o que jóvenes de entre 17 y 20 acuden a las residencias para enseñan a usar las nuevas tecnologías a los mayores.
En otro sentido, los programas intergeneracionales que desarrollan los centros socioculturales de mayores de Gasteiz con centros educativos o en las ludotecas de los centros cívicos también suponen un importante punto de encuentro.