La provincia de Cádiz envejece

La provincia de Cádiz se está acercando a una tasa de crecimiento negativo por la disminución sostenida de nacimientos.

Según el Instituto Nacional de Estadística, en la última década se ha pasado de 14 489 niños en 205 a 11 806 nacimientos en 2015, 2 683 menos. Por el contra, aumentaron las defunciones en este mismo periodo, de 9 223 a 10 116.

En cuanto a esperanza de vida, se ha pasado de e los 76,9 para los hombres y 82,7 a los actuales 78,5 para los hombres y 83,9 para las mujeres, es decir, que a pesar el aumento, está por debajo de la media española, que es de 81 y 86 años.

Para ilustrar mejor, la provincia cuenta con 1 248 315 habitantes, 269 menos que hace un año, no son mucho, pero es un descenso.

Estos datos muestran la misma tendencia que en resto del estado que va de manera cada vez más clara hacia un crecimiento negativo, es decir, que el número de fallecimientos supere al de nacimientos y que la pirámide poblacional sea cada vez más ancha en la franja de mayores de 65 años.

Datos del INE de la pirámide poblacional, a enero de 2016, son: hay 758 niños y niñas menos de tres años, 2 327 adolescentes menos de 18 años, 1 459 hombres y mujeres más de 40 años, 1 684 personas más que entran en la edad de jubilación, es decir, de 65 años, y se incrementa el número de ancianos con una edad avanzada hasta 1 564 personas de 90 años, frente a las 886 que había hace diez años y 231 personas centenarias frente a las 73 de 2006.

Datos de la Junta de Andalucía es su reciente estudio del Instituto de Estadística y Cartografía muestran la inversión de la pirámide poblacional. El estudio calcula la tasa bruta de natalidad en 9,5 y el número de hijos por mujer en 1,3. Es notable el dato de que hasta la década de los 90 Cádiz siempre fue la provincia española peninsular con el índice más alto, mientras que ahora está por debajo de la media andaluza. También se ha elevado la edad de la mujer al tener su primer hijo a 29 años y medio.

También ha bajado de manera notable la tasa de nupcialidad se ha desplomado hasta estar por debajo de la media nacional con un índice de 3,3.

Como siempre señalamos, el envejecimiento de la población es un logro de los servicios sanitarios y de la sociedad en general, pero a su vez genera una realidad nueva que debe ser gestionada y que corre urgencia que se lo planteen las administraciones y agentes sociales en sus programas de trabajo y políticos y dotar de los servicios que serán necesarios, centros de día, unidades de geriatría, residencias para mayores... no deben improvisarse cuando la necesidad es acuciante, es ahora el momento de planificar un envejecimiento activo y de calidad para los mayores.

Enlaces de interés

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