El pasado mes de julio arrancó la experiencia de manera piloto. Tras cincos meses de formación, una persona con discapacidad intelectual gestiona el servicio de cafetería y restauración en su totalidad. Si es necesario, cuenta con el apoyo de un profesional de integración laboral de Grupo AMÁS que le ofrece ayuda en la realización de tareas, como la manipulación de los alimentos o la contabilidad. La cafetería está abierta de miércoles a viernes en horario de tarde y sábados y domingo durante todo el día. La empresa propietaria de la residencia cede el espacio y los servicios básicos el agua y la luz.
La recaudación del servicio de cafetería se reinvertirá en las actividades de inclusión laboral y en la formación para el empleo que realiza el Grupo AMÁS.
Esta acción se enmarca dentro de las acciones de responsabilidad social corporativa de la residencia en el apoyo a las personas con diversidad funcional.
Nos parece una gran noticia este tipo de colaboraciones. Para la inclusión laboral de las personas con discapacidad intelectual que, con formación y apoyos pueden trabajar y para las residencias y centros para la tercera edad y las personas que ellos viven que, además de mostrar su lado solidario, se beneficiarán del trabajo y del enriquecimiento personal que supone convivir con personas con distintas habilidades y dificultades, que suponen un beneficio para todos, profesionales, residentes y las personas con discapacidad, en un mundo más rico, diverso y tolerante.
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