ONG DE MAYORES VOLUNTARIOS QUE ACOMPAÑAN A OTROS MAYORES

Según hemos podido leer en la web Forosdg haciendo referencia a un artículo publicado el 17/08/2006 en el Mundo:

Un millón de ancianos en España vive completamente solo todo el año, pero con la llegada de las vacaciones esta cifra se triplica porque muchas familias los abandonan. Luchar contra la soledad y el aislamiento de estos ancianos se ha convertido en la prioridad de varias ONG.

Antonio y Concepción son dos hermanos que viven en Madrid. Él está prácticamente ciego y ella tiene serios problemas de movilidad. Las tareas domésticas se convirtieron hace tiempo en una verdadera odisea para la pareja. Ahora, cuentan con la ayuda de Juanita, que les visita, junto con otra compañera, dos veces por semana para atender sus necesidades.

En el pequeño salón de su piso, Antonio comenta entusiasmado que él «a Juanita ya no la cambia por nada del mundo». La voluntaria de la organización Desarrollo y Asistencia se ha ganado la confianza y el cariño de los hermanos, que dependen de ella para hacer la compra, organizar la cocina, examinar la correspondencia y, sobre todo, para charlar dos veces por semana.

Juanita es una más en el ejército de voluntarios que se mueven por las casas madrileñas, las residencias y hospitales dedicado a la atención de los ancianos. «Mi marido se retiró con 61 años y yo empecé a tener mucho tiempo libre. Aunque tengo a mi madre de 95 años a mi cuidado, las tardes las dedicaba a las amigas y decidí hacer algo por los demás», explica la voluntaria. Ahora siente que su vida está más llena y asegura que a ella «también le sirve» esta experiencia.

Calidad de vida

Cada vez son más los jubilados que se dedican a hacer compañía a otras personas mayores disfrutando ambas partes de las ventajas que conlleva el entendimiento mutuo. Obra Social Caja Madrid y la Fundación Desarrollo y Asistencia pusieron en marcha el programa ‘Los mayores atendidos por voluntarios mayores. Envejecimiento y calidad de vida en el municipio de Madrid’, un proyecto que consiste en que los mayores activos atiendan a otros mayores en situación de necesidad.

Esta atención se realiza en el propio domicilio del anciano o en centros hospitalarios y residencias. El programa ha apostado por responder a dos necesidades sociales: la primera, mejorar la calidad de vida del mayor, fundamentalmente aquel que vive en soledad; y la segunda, ocupar en labores de voluntariado a personas mayores aún activas.

Esperanza Vallino, directora de comunicación de la ONG, asegura que «con ello se contribuye a un envejecimiento más saludable, tanto de los primeros, cuya vida en soledad y en necesidad requiere de atenciones que palien los efectos negativos sobre su salud, como de los segundos, cuya actividad asegura un mejor envejecimiento».

Los beneficiarios de este proyecto humanitario son enviados directamente por los trabajadores sociales a la ONG. Tras una primera visita para conocer con detenimiento las necesidades del usuario, se le asigna una pareja de voluntarios para que lo atiendan en su domicilio.

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