Residencia o centro de día

Contamos de nuevo con la colaboración de Carles Reixach, trabajador social que ha trabajado en diferentes servicios de dependencia. Hoy nos hablará un poco de las grandes diferencias entre residencias y centros de día. Gracias Carles.

¿Residencia o centro de día?

Las residencias y los centros de día son dos de los recursos más utilizados por las personas mayores. A día de hoy hay muchas personas que llevan a su familiar a un centro de día o a una residencia sin tener muy claro que es lo más conveniente.

¿residencia o centro de dia?

Carles Reixach, trabajador social

Considero que hay que valorar una serie de factores antes de tomar una decisión de este tipo. Explicado de forma muy muy resumida, los centros día son más adecuados para aquellas personas mayores que aun mantienen un cierto grado de autonomía y una capacidad cognitiva adecuada. Digo esto, porque lo que se busca en los centros de día es que los usuarios participen de forma activa en todas las actividades que se realizan y claro está siempre que sea posible, puedan opinar sobre que les parecen o si prefieren hacer otras tareas. Así pues, los cuidados sanitarios y las ABVD’S se encuadran en un segundo plano.

En las residencias (en donde muchas también disponen de plazas de centro de día), las actividades bien es cierto que también son muy importantes, pero la infraestructura y el equipamiento humano y técnico es mucho más apto también para aquellas personas que necesiten de más cuidados.

Recalco este punto porque en muchos casos, y más hoy en día, sobretodo con las listas de espera existentes para acceder a una plaza pública de residencia, muchas personas ante la necesidad de tener a su familiar atendido, no piensan en la tipología de servicio y en lo que verdaderamente necesita la persona afectada por tal decisión. Como la lista de espera para centro de día suele ser más corta, les apuntan allí para que el ingreso se produzca cuanto antes y así, al menos durante unas horas al día, poder despreocuparse. Si todo va bien perfecto, pero yo el problema lo veo como decía antes en que si la persona no puede participar en el día a día del centro debido a su estado físico/cognitivo, lo que se consigue es que muchas veces la persona esté con el resto de usuarios, pero como si no lo estuviera. Esto se explica también retomando el post del boletín de NGD del artículo de opinión de Josep de Martí  debido a que algunas ratios de centros son muy justas y las gerocultoras no pueden estar pendientes todo el rato de una persona que aunque se la ayude no pueda participar.

Entiendo la situación de desespero de algunos familiares de gente mayor en el momento en que la dependencia de esa persona aumenta, pero hay que valorar muy bien el recurso que elegimos (y siempre que se pueda también contar con la opinión del interesado), para que todo vaya por buen cauce.

Y me gustaría recordar una cosa: Si la persona mayor es autónoma pero lo que no tiene es una red social de personas con la que hacer actividades y ese es su mayor problema, uno de los mejores servicios disponibles por ejemplo son los casals (en Cataluña) o un centro para jubilados, que a veces todos nos olvidamos que existen.

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